Se inició este lunes el juicio oral contra el cura Justo José Ilarraz, quien está sospechado de abusos sexuales y corrupción de menores. Tras la extensa declaración de uno de los damnificados, se avanzó en la tarde con el segundo testimonio.
Pese a que el proceso oral se desarrolla a puertas cerradas, periodistas entrerrianos pudieron escuchar desde los pasillos de Tribunales cómo una de las víctimas, a los gritos, relataba los padecimientos que había sufrido en su adolescencia, mientras se encontraba internado en el Seminario de la capital entrerriana.
Uno de los querellantes, Marcos Rodríguez Allende confirmó luego que fue muy duro escuchar el relato de esa persona, que durante tres horas dio su testimonio. "Dio detalles y datos que fueron muy creíbles y consistentes", dijo. "No sólo que fue lleno de información, sino que a lo largo de las tres horas demostró puntillosamente qué fue lo que le pasó con Ilarraz".
Abusos encubiertos
El letrado ecordó que se está ante una causa extremadamente compleja y "que va a marcar un hito no sólo para la Iglesia Católica, sino para los delitos de corrupción que se están investigando".
"Desde 2012, que se inició la causa, hemos sostenido una suerte de encubrimientos por parte de Ilarraz. En 1995 la Iglesia ya tenía conocimiento, y se inició una suerte de proceso diocesano con un resultado en la cual se acreditaron los abusos y se los dejó en secreto, sin informar a las familias y mucho menos al Poder Judicial", alertó el abogado.
De allí es que no descartó que se pueda insistir con el posible encubrimiento de las autoridades de la Iglesia de Paraná.
"Estamos escuchando a personas que tienen consecuencias tremendas en su vida hasta el día de hoy, que se encuentran con tratamientos psicológicos y dan las pautas de lo que Ilarraz ha hecho, que son delitos aberrantes. Es muy doloroso para ellos contar todo nuevamente, pero es necesario que sea así para llegar al pedido de condena", añadió.