Economía - Trastienda

Jueves 08 de Febrero de 2018 - 17:38 hs

La historia de Manaos y de su dueño

El propietario se desarrolló como comerciante en La Matanza. Distribuía otras gaseosas y hasta pensó en dedicarse al campo.

Actualizado: Jueves 08 de Febrero de 2018 - 17:39 hs

Desde la irrupción de la marca Manaos como un producto de alta popularidad, atrajo la atención por su crecimiento exponencial. No sólo el de las gaseosas, sino también el de su dueño, Orlando Canido.

En setiembre de 2016, el sitio www.apertura.com publicó una entrevista con este hombre, quien se jactaba de haberlo inventado todo: la marca, las publicidades, los guiones y hasta el tono en que debían ser leídos.

Si estas campañas tuvieron un detalle distintivo, fue el hecho de que se apelara a personalidades muy conocidas, tales como Martín Palermo, Enzo Francescoli, Juan María Traverso y “El Chaqueño” Palavecino.

Durante aquel 2016, Canido había recibido al mismísimo presidente Mauricio Macri para anunciar una nueva línea de producción con una inversión de 12 millones de dólares: “Esta línea se tendría que haber inaugurado en la misma fecha el año pasado, pero tuve problemas para ingresar las máquinas. Nosotros depositamos todo en el Banco Nación pero el dinero no salió en tiempo y forma, así que se demoró la obra hasta que el proveedor se asegurara de que podía cobrar”, explicaba el empresario en aquella entrevista.

Sus orígenes estuvieron como comerciante en La Matanza: "Cualquier cosa que yo quiera vender, tengo un ejército comercial que me apoya. Si mañana quiero hacer agujas de coser, la gente me apoya”.

Antes de Manaos, este hombre fue dueño de una fábrica de soda y luego distribuyó gaseosas de diferentes marcas. En un momento determinado de su vida, se propuso iniciar un emprendimiento agropecuario desdicado a la crianza de Aberdeen Angus colorado y caballo criollo. Pero pronto vendió sus 1.700 vacas y sus 1.500 caballos y destinó todo ese dinero a la fabricación de su gaseosa.

En aquella nota, Canido aseguraba que las multinacionales como Coca-Cola estaban preocupadas por el auge de sus productos: "Jamás tuvieron una competencia de igual a igual como estamos peleando nosotros. Y no saben qué hacer para pararnos. Hoy nuestro precio está un 50 por ciento más barato que una botella, del mismo tamaño, de Coca-Cola".

"Les competimos por precio y calidad; y por todo lo demás que es el esmero del equipo de ventas, porque una cosa es que alguien vaya a vender y te atiendan desde la puerta, y otra distinta somos nosotros, que decimos: “Buen día, cómo te va, cómo anda tu hija que tenía tos”. Eso nos hizo ser los número uno", insistía.

En este sentido, se quejaba de tener que soportar acciones de sabotaje y campañas maliciosas en su contra desde el primer día: 2 de septiembre de 2004. "En un año tuve 18 denuncias, una cada 20 días, sin poder dedicarme a pleno a mi fábrica porque tuve que ocuparme de esas denuncias que me hacían para cerrarme. Encima yo jamás había fabricado nada, ni un clavo. Una vez me dijeron: “Tenés que hacer planta de tratamiento de afluentes, que requiere una pileta de 60 metros de ancho por 100 de largo y 4 metros de profundidad”. Hacerla llevaba tres meses y me dijeron: “Tenés 72 horas”. Por suerte logré conseguir una prórroga".  

Fuente: LT10-apertura.com