Salud - actitudes

Martes 09 de Febrero de 2016 - 11:54 hs

Seis motivos para no morderte las uñas

Este hábito, conocido como onicofagia, tiene consecuencias en tus dientes, mandíbula, uñas, instestino, dedos y encías.

Actualizado: Viernes 11 de Marzo de 2016 - 11:04 hs

Crédito: TN

Es momento de que lo pienses mejor antes de volver a morderte las uñas. Más allá del tema estético, la onicofagia, así se denomina al hábito de morderse las uñas, produce daños colaterales en otras partes del organismo, como la boca y el intestino. Asimismo, un estudio realizado en la Universidad de Medicina de Breslavia, en Polonia detectó peor calidad de vida entre quienes dentelleaban sus uñas. 

Algunas de las consecuencias de morderse las uñas son:

1. Lastima los dedos. Las personas que se muerden las uñas de forma constante llegan a lesionar el lecho ungueal, que es el tejido sobre el que asientan las mismas. "Quienes presentan el hábito más agresivo pueden provocar hemorragias subungueales que llevan a la pérdida de toda la uña", aunque también matiza que, por lo general, vuelve a crecer, afirma Anna Medvedeva, médico de familia y miembro del Grupo de Trabajo de Dermatología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

Esta manía, además, suele producir heridas en los dedos, que en ocasiones se infectan, y puede aparecer pus si hay una bacteria, formarse una verruga si tiene un virus, contagiar un herpes o surgir un hongo.

2. Produce infecciones intestinales. Según explica la doctora Rosa Ortega del Olmo, dermatóloga y profesora en la Universidad de Medicina de Granada, el riesgo está en los gérmenes o sustancias tóxicas que se hayan tocado y que pueden acumularse en las uñas y que terminan dentro de la boca pudiendo producir infecciones y favoreciendo el contagio de parásitos intestinales, sobre todo en los niños. Según la Asociación Española de Pediatría, existen hasta once tipos de parásitos. 

3. Desgasta los dientes. Otra consecuencia de morderse las uñas es el desgaste de los dientes, en concreto, de los incisivos superiores e inferiores: "Provoca microtraumatismos que desprenden partículas de esmalte, lo cual hace que las piezas se vayan recortando. En casos severos, puede haber microfracturas del borde incisal (borde de los incisivos)", afirma a El País Samia Recio Conde, odontóloga y especialista en ortodoncia en la Clínica Valrestón, en Madrid.

4. Altera la mandíbula. Un estudio realizado en la India con 240 adolescentes encontró asociación entre el hábito de morderse las uñas y trastornos en la mandíbula que suelen producir dolor y problemas al masticar. También lo confirma la odontóloga Samia Recio: "Es un problema que sí vemos en la consulta: la posición forzada de la mandíbula al morderse las uñas puede provocar alteraciones en la articulación temporomandibular, ocasionando ruidos al morder y dolor".

5. Lesiona las encías. Al mordisquear la uña pueden clavarse pequeños trozos de las mismas entre la encía y el diente, produciendo lesiones que, en los casos más graves, dan lugar a gingivitis (inflamación de las encías) y enfermedad periodontal (inflamación y sangrado de la encía y mal aliento).

6. Deforma las uñas.  Esta hábito altera la anatomía de la uña, que suele volverse más ancha y más corta. La deformidad en las mismas puede incluso confundirse con problemas más serios, como la artritis psoriásica, lo que dificulta el trabajo de diagnóstico de los médicos. 

Fuente: tn