LT10 - En bulevar y 4 de enero

Sábado 03 de Octubre de 2015 - 22:59 hs

Reparación cloaca máxima: la obra llevará al menos un mes

La intervención en la zona comenzó en febrero por el socavón de Urquiza y continuó con el reemplazo de un tramo del conducto principal de la red cloacal. Los comerciantes y vecinos están hartos de los inconvenientes que generan los trabajos y el obra

 Entre el arreglo del socavón de Urquiza y Bv. Pellegrini y la prolongada reparación de un tramo de la cloaca máxima, los vecinos y comerciantes de barrio Mariano Comas llevan siete meses conviviendo con olores nauseabundos, moscas y barro. Al cuadro se le suma la imposibilidad de circular por la mano sur del bulevar, entre Urquiza y Francia por el obrador, entonces tampoco pueden utilizar sus cocheras, “ni sentarnos en la vereda” como dijo Irma, una vecina.

Los comerciantes están muy preocupados. Es que se ven seriamente perjudicados en su actividad y si bien, desde Aguas Santafesinas adelantaron a El Litoral que la intervención más importante terminaría en 20 días, ya no aguantan más.

En el caso de los locales gastronómicos, en la zona se encuentran los tradicionales Pizzería Tuyú y Mi Sandwichito, que ven con preocupación el hecho de no poder disponer las mesas en la vereda ante la inminente llegada de las primeras tardecitas ideales, para disfrutar un liso bajo las estrellas. Como casos extremos, se relevaron dos comercios que tuvieron que cerrar —uno a la altura del 3100 y otro al 3200— y dos vecinas mayores fueron atendidas por casos de depresión leve.

Se viene la temporada de lisos

Las cuadras en donde se está reemplazando la red troncal no se parece en nada a la fisonomía típica del bulevar. Entre la ubicación de maquinaria, caños de gran porte, una bomba, árboles talados, una extensa mediasombra verde y tierra —que cuando llueve es barro— el tramo está irreconocible. A lo que se agrega un intenso aroma putrefacto, que obliga a fruncir la nariz de conductores y peatones. Es el mismo que flota en los barrios periféricos que no cuentan con el servicio de cloacas.

“Convivimos con esto desde febrero. Hay momentos en que no se siente tanto el olor y otros en que te invade todo. Trabajar en estas condiciones es horrible”, dijo Mario Puntillo, propietario de una farmacia ubicada en bulevar y el Pasaje Rodríguez.

El que no puede creer que se demore tanto el arreglo es Raúl Smith, de Mi Sandwichito —bulevar y Urquiza—. Afirmó que “como se venían las elecciones arreglaron un poco, pero acá seguimos”. El inconveniente del histórico local gastronómico es que en breve llegarán los primeros calores y necesita ubicar las mesas en la vereda, cosa que en el estado actual resulta complicado. “A la noche el olor es mucho peor”, aseguró Smith.

En frente está la Pizzería Tuyú. Su propietario, Marcelo Goyi, apuntó a la empresa que ejecuta los trabajos y a la Municipalidad por el panorama. “Trabajan muy lento, el tránsito es imposible y la mugre, insoportable. Acá hace meses que no pasa un barrendero”, remarcó.

Una intervención sin precedentes

Desde la empresa Aguas Santafesinas estimaron que en unos 20 días culminará la colocación de la cañería en el tramo comprendido entre Urquiza y Francia. Posteriormente, deberán desarmar el bypass dispuesto para continuar brindando el servicio y restablecer las condiciones previas del cantero central de bulevar, lo que en definitiva implicará alrededor de un mes de trabajo.

“Terminamos la parte más importante del trabajo que era la renovación hidráulica de la cañería del conducto, por el interior. En breve arrancamos a colocar los caños en el tramo que está abierto —lo que llevará 20 días— y ya no va a haber líquidos circulando a cielo abierto, va a desaparecer el olor. Después se rellena y se repone el espacio verde”, precisó Guillermo Lanfranco, gerente de Relaciones Institucionales de Assa. Por otro lado, consideró que, una vez terminada esa intervención, “podrán habilitar el tránsito de la cuadra aunque sea de manera provisoria”.

Sobre las causas que demoraron los trabajos, Lanfranco dijo que “se presentaron las dificultades propias de una intervención de estas características”. Como trabajos complementarios debieron deprimir el nivel de la napa.

En ese sentido, indicó que es un conducto de tres kilómetros, por el que circula casi un millón de litros de líquido por hora. “Había que repararlo sin que deje de funcionar. La principal dificultad era lograr la estanquedad, que no corra nada de líquido, por eso se colocó un bypass por la parte superior de la cañería madre. Una vez que terminemos de poner los caños en la zona excavada y que circule normalmente, levantamos todo”, aludió Lanfranco y aclaró que es la primera vez que la empresa encara una obra de reparación del conducto madre de la cloaca en la ciudad.

"Lo que más preocupación genera es que no se ve a nadie trabajando, la obra no avanza. Si bien estuvieron colocando unos caños, no se ve movimiento importante. Los camiones vienen a extraer agua para que bajen las napas pero después de eso no se ve nada”.
Mario Puntillo, de Farmacia Puntillo

"Es dramático. Afuera es imposible sentarse, se viene el verano y necesitamos ubicar las mesas en la vereda. No vemos que avance la obra. Seguimos con el horario del personal reducido. Sin dudas, no tenemos el mismo movimiento de clientes, así no podemos seguir”.
Raúl Smith, de Mi Sandwichito

"Hace tres meses me dijeron que en 15 días estaba todo terminado. Según de donde viene el viento el olor es insoportable, tengo el negocio lleno de unas mosquitas pequeñas. En la calle, el líquido cloacal que tiran de la obra, corre por el cordón y se queda estancado”.
Graciela Avellaneda, de Agencia Minela

"El problema de la mugre también es descuido de la Municipalidad. Hace meses que no pasa el barrendero. Si se fijan en los cordones, está lleno de barro porque largan cloaca y la gente cree que es tierra, pero hay otras cosas. Es todo muy desprolijo y muy descuidado”.
Marcelo Goyi, de Pizzería Tuyú

"Tuve que ir al médico por esto, me diagnosticó depresión leve. A veces, se escucha que trabajan a las dos de la mañana, pero queda todo igual. A mi vecina también la medicaron. Perdimos un espacio del que disfrutábamos, hacharon los árboles, ya ni salimos a la vereda”.
Irma Maglianesi, vecina de Bv. Pellegrini 3200

Fuente: El Litoral