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Miércoles 02 de Septiembre de 2015 - 19:04 hs

Alergias provocadas a los niños por las mascotas: cómo prevenirlas

El asma infantil y los animales en la casa no se llevan bien. Opciones para una convivencia saludable.

Actualizado: Miércoles 09 de Marzo de 2016 - 09:09 hs

¿Los chicos tosen, tienen obstrucciones respiratorias o fiebre? Podrían ser alérgicos a la mascota de la casa.

El asma es una de las enfermedades crónicas infantiles más comunes del mundo. Según la American Lung Association, más de siete millones de chicos al año la padecen.

Entre los múltiples disparadores de un ataque de asma se encuentran –entre otras– las reacciones alérgicas a la contaminación ambiental, el polen, las plumas y, por supuesto, la pelusa que dejan en los ambientes los animales domésticos. Vale la aclaración: nadie es alérgico, por ejemplo, a "los gatos" en general. Pero sí es común que los asmáticos desarrollen reacciones alérgicas a esa pelusa finita que invade todo, se pega a la ropa y hasta queda en suspensión en el aire cuando un felino renueva su pelaje.

Se estima que el 50% de los chicos asmáticos tienen reacciones ante la pelusa generada por los gatos, contra un 40% que reaccionan a la que dejan los perros.

Diferentes estudios científicos no han logrado coincidir en si criarse en un hogar con mascotas fomenta las alergias o, por el contrario, crea resistencia. Pero, por lo pronto, si los más pequeños desarrollan síntomas –en el mejor estilo "Gran Hermano"– alguien tiene que irse de la casa.

Algunas soluciones
Por triste que suene, si un miembro de la familia es alérgico a los residuos que pueda dejar la presencia de un gato, un perro o inclusive un conejo, lo ideal es deshacerse del animal. Siempre habrá alguien con buena voluntad y mejores pulmones dispuesto a adoptarlo.

En caso de que esto no sea posible, existen algunas alternativas:

Limitar el acceso de los animales solo a ciertos lugares de la casa, manteniéndolos alejados en especial de los dormitorios. Idealmente, las mascotas no deberían tener acceso a lugares alfombrados.
Mantener los pisos limpios y aspirados.
Bañar a las mascotas con regularidad y mantener en el mejor estado de higiene posible los lugares donde duermen.
Para los miembros de la familia que estén en contacto con animales fuera de la casa, cambiarse de ropa y lavarse las manos al llegar.
Visitar con regularidad al pediatra y a un especialista en alergias. Según estudios de la Asociación Mundial para las Alergias, algunos tratamientos de inmunoteapia han mostrado efectividad en estos casos. El médico de confianza siempre puede aportar una opción más.

Fuente: Infobae