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 El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, advirtió hoy que un nuevo rompimiento del cese al fuego unilateral, decretado por el grupo guerrillero Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), generaría serios problemas al proceso de paz, que su gobierno lleva adelante con esa organización rebelde en La Habana, Cuba.

"Están haciendo un cese al fuego unilateral. Nosotros somos recíprocos y no vamos a bombardear sus campamentos en las áreas donde están concentrados. Pero lo que esperamos es que comencemos a hacer gestos que recuperen la confianza en la gente. No puedo garantizar que esto no va a suceder de nuevo, pero estoy esperanzado, porque si el cese al fuego es roto de nuevo es difícil continuar el diálogo en el futuro", sostuvo Santos.

El mandatario hizo referencia al rompimiento del primer cese propuesto por las FARC, que se suspendió luego que ese grupo atacara y diera muerte a 11 militares en el sur del país, y cuya respuesta fue la muerte de 26 guerrillero en bombardeos de las tropas oficiales.

Tras un mes de ataques a la infraestructura y a la fuerza púbica, el pasado 20 de julio lasFARC ordenaron a sus hombres acallar los fusiles, en el inicio de una nueva tregua militar, que Bogotá respondió con el cese de los bombardeos sobre campamentos rebeldes.

El gobierno de Santos y las FARC adelantan negociaciones de paz desde hace cerca de tres años, sobre la base de cinco puntos, tres de los cuales ya se pactaron. Las partes están de acuerdo en la necesidad de concluir lo antes posible la negociación para poner fin a medio siglo de conflicto armado interno.

MEDIDA POSITIVA

La guerrilla de las FARC calificó el martes "positiva" la decisión del Gobierno colombiano de suspender los bombardeos contra los campamentos rebeldes y dijo que aporta a la negociación de paz que busca acabar con el conflicto armado más antiguo del continente.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenó el fin de semana la suspensión de los bombardeos aéreos contra los campamentos de la guerrilla, para disminuir la intensidad del conflicto armado después de una violenta escalada de la guerrilla y la respuesta del Gobierno que complicó las conversaciones.

"La determinación del señor presidente es una medida que contribuye a generar un clima de confianza propicio para avanzar en la discusión de los temas pendientes del Acuerdo General de La Habana", dijo el guerrillero Carlos Antonio Lozada, en un comunicado leído a la prensa en el centro de convenciones de La Habana, donde ambas partes negocian el fin del conflicto.

Pese al acuerdo entre las partes para reducir la intensidad del conflicto y agilizar la negociación, la guerrilla advirtió que los recientes operativos terrestres de las Fuerzas Militares contra posiciones del grupo rebelde en los departamentos del Cauca y Nariño "han puesto en riesgo el cese al fuego unilateral de las FARC".

Las conversaciones de más de dos años y medio entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno colombiano han logrado más avances que todos los esfuerzos previos para poner fin a la violenta confrontación que impide un mejor desempeño a la cuarta economía de América Latina.