LT10 - Columna de opinión

Martes 22 de Julio de 2014 - 15:09 hs

"De pie Colón, es una orden" por Gustavo Mazzi

 Que la sombra del descenso se haya alargado tanto, hasta hacerse omnipresente, da una pauta de la época futbolística que atraviesa el país subcampeón del mundo. Tiempos de resistencia, de supervivencia al límite. Se construye poco porque la prioridad es apagar incendios. La competencia se hace opresiva. En el barrio Centenario hay un clima viciado de desconfianza e intranquilidad. Es obvio que esto ocurra después de un doloroso e inesperado descenso. Pero pasará. Seguro que pasará. Aunque están una vez más los que todo lo presumen, los que todo lo saben. Son los “pronosticadores de turno”, arrastrados por los resultados de cada fin de semana. Muchos de ellos anunciaron con títulos catástrofe el descenso de Colón en la primera fecha ante Racing luego del lapidario 0-3. Después, fueron llevados por el “viento de las victorias inesperadas” según su ampuloso criterio, a la euforia de la segura permanencia. Se olvidaron fácilmente de aquellos pronósticos reservados de “ocaso irreversible” para emitir un nuevo parte que hablaba de una también segura continuidad en primera. La veleta de un torneo con resultados inesperados los volvió a depositar a la orilla de sus vaticinios agoreros luego de la derrota frente a Rafaela, para volver a tomar de su propio veneno y creerse los “Nostradamus” del fútbol de entrecasa. Son esos mismos los que hoy sentencian el posible fracaso de los sabaleros, en un generoso certamen que reserva el 50% de sus lugares en primera división para la próxima temporada. Aquellos taciturnos de siempre, deberían llamarse a silencio y archivar sus sesudas y al mismo tiempo desvencijadas profecías para momentos menos ardorosos, limitándose a vivir una realidad anodina, casi burocrática, como les gusta pasar sus días a los escépticos… y también a los cobardes. Hoy hay un nuevo rumbo, un plan maestro que seguramente requerirá correcciones sobre la marcha, porque el fútbol es muy volátil y no espera a nadie. Pero Colón tiene un plan. Y por lo pronto también respira un aire menos contaminado. El club ya no huele a habitación abandonada, ni están aquellos que empuñaban una impunidad lasciva que tanto daño causó, presumiendo un ideal que disimulaba ruinas.

La realidad sugiere y hasta obliga a mirar para adelante, y seguir con la reconstrucción. No son estos los tiempos de caprichos espurios. No sirve acumular histerias trasnochadas. Este es el momento de sobrellevar la escueta dignidad del que conoce sus errores. Exhibiendo, tal vez, la luminosa belleza del último fracaso. A salvo de todas las caricias del éxito, pero también alejado de los amarretes y tenebrosos socios de la eterna desesperanza y decepción. Colón necesita volver a creer como antes, como siempre. Este es otro momento fundante para el club de los soñadores. Es otra vez el principio. Y cada cual llegará a este principio, a esta nueva “piedra fundamental”, desde su propio camino. Pero siempre con fe y optimismo. Con las fuerzas renovadas, la pasión brotando por los poros y el corazón galopando desenfrenado. Dispuestos una vez más a probar que la grandeza es un gesto y no una acumulación de pergaminos.

“De pie Colón, es una orden”, perpetuó Fabián en su relato por LT10. Es que hay un pueblo que no sabe de categorías. Se formó en los andurriales y creció en los arrabales del barrio sur. Se propagó con humildad por todo Santa Fe y hoy es reconocido en el mundo entero por sus logros, por sus hazañas y por aquellos embajadores que se jactaron de llevar y mostrar en cada rincón del planeta la bandera “sangre y luto”. Los colores de “su” patria futbolera. El club se levantó de males mayores y seguramente esta no será la excepción.

“De pie Sabaleros, es una orden”… sin olvidar que aún portando su propia cruz, deberá mostrar al menos tres signos esenciales: la virtud, que lo librará de la ansiedad; la sabiduría, que lo rescatará de la duda; y el valor, que lo salvará de todo miedo. Con el bueno de Osella como abanderado del proyecto futbolístico, que seguirá funcionando como el aglutinador de voluntades. Porque cuando sedimenta un estremecimiento como el que provocó su equipo en el certamen anterior, aún con la angustia por la pérdida de la categoría, la realidad se mira con otros ojos, y ya nada es tan sombrío como parecía.

“De pie gloriosa patria rojinegra, es una orden…” Siempre con el esfuerzo, el sacrificio y el compromiso como principios innegociables. Obligados a transformar la desventura de aquella fatídica tarde de Rosario, en el combustible necesario para llegar rápido a su verdadera tierra prometida. Aquel día Atlético Rafaela le abrió una herida por la que todavía supura indignación, y que lo tiene muy sensible porque lo obligó a “irse”. Pues bien, llegó la hora de “volver”… Este fin de semana arranca oficialmente el excitante segundo semestre del 2014. Ya pasó con éxito el partido frente a Lanús en el marco de la Copa Argentina. Un triunfo de primera, ante un rival de primera, en un estadio de primera, para un club que tiene sueños de primera. "Pero lo mejor está por venir". Hoy más que nunca… ¡¡¡De pie Colón, es una orden!!!