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Miércoles 23 de Abril de 2014 - 18:05 hs

Ataliva: se recupera la mujer que cayó en un pozo

Maribel Bataglini, de 80 años, sufrió la caída este domingo al ceder la loza que tapaba un brocal antigüo que había en su casa.

Transcurría con tranquilidad pueblerina la tarde del domingo en Ataliva cuando un llamado telefónico efectuado por vecinos alertó a la guardia de la subcomisaría N° 2, dando cuenta de un accidente doméstico ocurrido en una vivienda donde se decía que una mujer había caído dentro de un pozo. Con la premura del caso el suboficial, Luis Ramón Slai, junto al suboficial Gerardo Matías Acevedo constataron que en la galería trasera de la casa se había hundido el piso de mosaicos mostrando un profundo pozo donde había caído Maribel Bataglini de Clemente de 80 años de edad.

Retornada a su domicilio, Maribel contó a El Litoral cómo sucedió el accidente. “Yo caminaba por el lugar cuando imprevistamente se hundió el piso y me caí a una profundidad de 6 a 7 metros, me sostuve con las manos, las piernas y la espalda apoyadas en las paredes, cuando miré hacia arriba vi alto el agujero y comencé a pedir auxilio porque me di cuenta que sola no salía. Por suerte un vecino escuchó mis gritos con otras personas, mientras los auxilios arribaban sentí que me iba a morir porque se me acababan las fuerzas para sostenerme y ya tenía el agua mojándome los pies”, afirmó la mujer.

En ese momento el suboficial Slai se bajó sostenido por una soga afirmándose en las paredes del pozo y “me hizo sentar en su falda para que yo descansara”, agregó.

Maribel precisó que durante el rescate no tenía más fuerzas porque había gritado mucho ya que nadie la escuchaba, dada la profundidad del pozo. “Fue un accidente con mucha suerte, soy creyente y Dios me ayudó mucho porque cuando estaba abajo caían cascotes y pedazos de ladrillos del brocal que se estaba desmoronando, que me lastimaron la cabeza y tengo la espalda como si los gatos me hubiesen arañado por el deslizamiento y mis fuerzas para no caer más. Cuando me sacaron y me subieron a una ambulancia hacia Sunchales, ya tenía lipotimia”, sostuvo.

Al llegar al nosocomio, los médicos le hicieron placas donde se comprobó que no hubo quebraduras. “Hoy ya me siento bastante bien pero algún dolor todavía me queda. Con mi marido no sabíamos de la existencia de ese pozo porque es una casa antigua y seguramente antes que nosotros llegáramos lo taparon con una losa y mosaicos y éstos cedieron cuando pise”.

Por último Bataglini agradeció a todos los que la ayudaron durante el accidente. “A la policía, bomberos, comuna, médicos, vecinos y especialmente al suboficial Luis Slai, que estuvo conmigo más de media hora en el agua y el barro alentándome. Al doctor Ghigi Sager, a mi vecina Gómez y familia y a Ataliva en general por todos los mensajes y preocupaciones”.

Fuente: ellitoral.com