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El secretario adjunto de la CTA oficialista Pedro Wasiejko echó un manto de incertidumbre sobre la presencia del sector moyanista este año en el Consejo del Salario, cuando se inicien en los próximos días las rondas de negociaciones en el Ministerio de Trabajo, en busca de establecer un nuevo haber mínimo, vital y móvil.

La tensa relación que mantienen por estos días la CGT que lidera Hugo Moyano y la Casa Rosada, como actores estelares de un ruidoso proceso de divorcio, acrecentó la expectativa en torno de lo que pueda ocurrir en la mesa de negociaciones y, en especial, de sus eventuales animadores.

"Está un poco la presunción de que la gente de Moyano no va a ir", expresó Wasiejko, mano derecha de Hugo Yasky en el sector de la CTA más cercano al gobierno nacional y secretario general del sindicato de trabajadores del neumático (SUTNA).

El gremialista, a su vez, subrayó la necesidad de avanzar hacia un sinceramiento de los valores de la Canasta Básica Familiar que reporta el INDEC y fortalecer la lucha contra el trabajo informal en el país: con esa postura la central obrera concurrirá al Ministerio.

En diálogo con Noticias Argentinas, el líder sindical estimó que si finalmente Moyano se mantiene al margen de la discusión, buscará de todas maneras insistir en su reclamo, por fuera del Consejo, para aumentar a 3.500 pesos el salario mínimo, de los $ 2.300 actuales.

"Yo creo que va a preferir quedar parado en que reclamó 3.500 pesos de mínimo y después los que estaban ahí firmaron 2.800.
Él va a tratar de quedar en una posición cómoda", evaluó. "Y si llegan a ir, suponiendo que nosotros lográramos con el resto de la CGT un acuerdo, quedaría Moyano votando en contra", agregó el sindicalista.

En 2011, la CGT pretendía un ajuste del 41,3 por ciento, para llevar el haber mínimo de $ 1.840 a 2.600, aunque tras la firma de un 25% de incremento, Moyano se terminó fotografiando junto a la presidenta Cristina Kirchner y a los demás animadores de la extensa negociación final.

Este año, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) oficialista aspira conseguir una mejora similar, de entre el 23 y 25 por ciento, para el salario mínimo y Wasiejko descartó la posibilidad de que el Gobierno busque pactar una suba de alrededor del 18%: "Sería una torpeza", manifestó.

"Todas las negociaciones salariales de este año están en este orden", consignó el gremialista, en alusión al porcentaje de aumento por el que peleará la CTA. De todos modos, aseguró que la central obrera buscará instalar "otros temas" en la mesa de debate, cuando el Ministerio de Trabajo inicie la ronda de negociaciones, entre fines de este mes y principios de septiembre.

Un sinceramiento del INDEC Wasiejko planteó la necesidad de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) defina "nuevos parámetros" para determinar el valor de la Canasta Básica Familiar, al tiempo que abogó para que el Gobierno intensifique la batalla contra el trabajo informal en la Argentina.

"Nosotros vamos a hacer hincapié en esto, no vamos a discutir tanto el tema del número. De alguna manera, si llegamos a un ajuste del 25 por ciento, está bien para nosotros", sostuvo el también secretario general de la Federación de Trabajadores de la Industria y Afines (FETIA).

"Vamos a priorizar la discusión sobre los otros temas y que queden registrados en el acta (...) Queremos que el INDEC empiece a trabajar, por más que les tome un año, dos o tres, y que defina nuevos parámetros para la canasta actual, porque no se puede tapar el sol con la mano", enfatizó.

Al respecto, consideró que un sinceramiento de los valores de la canasta podría ubica al salario mínimo por debajo de ese costo, incluso después de lograr el incremento pretendido por la CTA para 2012 y que permitiría llevar ese haber hasta los 2.875 pesos, de los $ 2.300 actuales.

Definir nuevos parámetros también evitaría el "cuello de botella" en el que caen los demás indicadores económicos y sociales que elabora el INDEC sobre la base del valor de la canasta.

"Para nosotros es muy importante establecer qué porcentaje real de la canasta básica cubre el salario mínimo en la Argentina", insistió Wasiejko.

Además de "determinar periódicamente" el haber mínimo, vital y móvil, el Consejo también debería "aprobar los lineamientos, metodología, pautas y normas para la definición de una canasta básica que se convierta en un elemento de referencia" para fijar ese salario. Y en la nómina de objetivos de esa negociación, de la que toman parte el Gobierno, sectores gremiales y empresariales, al igual que entidades agropecuarias e industriales, también figura determinar "pautas de nivel de productividad que permitan delimitar las actividades informales", según consta en el acta fundacional del Consejo.

Es por ello que la CTA pretende llevar a la mesa de discusión la necesidad de robustecer la pelea contra "el trabajo no registrado y el tercerizado", que afecta en la actualidad a más del 30 por ciento de la fuerza laboral argentina.

La central obrera también busca lograr que los parámetros del salario mínimo abarquen a la población en su conjunto, dado que en la actualidad "quedan muchos huecos libres", en los que "este instrumento no sirve", por ejemplo, el sector público provincial y municipal, y el ámbito rural.