Salud - ESTUDIO

Domingo 21 de Octubre de 2018 - 10:30 hs

ACV: el 2% de los argentinos mayores de 40 años convive con secuelas

Además, se confirmó a la hipertensión como el principal factor de riesgo cerebrovascular, y la alta frecuencia de las apneas del sueño en pacientes con ACV.

Actualizado: Domingo 21 de Octubre de 2018 - 10:32 hs

El 2 por ciento de los argentinos mayores de 40 años convive con secuelas de accidentes cerebrovasculares, según lo advirtió un estudio Epidemiológico Poblacional elaborado por el Centro Integral de Neurología Vascular del Instituto Fleni.

EL estudio EstEPA, único en su tipo en Latinoamérica, se inició en 2015 y evaluará durante 6 años la prevalencia, incidencia, carga de enfermedad y mortalidad del ACV en la Argentina.

Con el fin de ampliar el conocimiento sobre este tipo de enfermedades y mejorar procesos de prevención y políticas de salud al respecto, los datos iniciales de prevalencia de EstEPA fueron presentados y son concluyentes: el 2% de los mayores de 40 años en General Villegas convive con secuelas de un ACV.

Debido la similitud de la población de General Villegas con la población argentina en general (datos Censo 2010) se puede inferir que más de 340.000 argentinos conviven hoy con secuelas de un ACV.

Además, otros resultados preliminares destacados son la confirmación de la hipertensión como el principal factor de riesgo cerebrovascular y la alta frecuencia de las apneas del sueño en pacientes con ACV.

Al comparar con la región y el mundo, nuestro país presenta una prevalencia más alta que la de otros países de Latinoamérica y es similar a la de los países del hemisferio norte.

Posiblemente, esto se deba a una pirámide poblacional en envejecimiento en Argentina, con características comparables a las de dichos países.

El estudio cuenta con la dirección de Sebastián F. Ameriso, jefe del Centro Integral de Neurología Vascular y es conformado por otros 9 profesionales especialistas en Neurología Vascular de Fleni, junto a las colaboraciones de Mario Melcon, referente en Neuroepidemiología de la Sociedad Neurológica Argentina, y profesionales médicos del Hospital de General Villegas.

El registro de la prevalencia de ACV, es decir, la cantidad de pacientes vivos con antecedente de ACV en un momento determinado, se planteó en dos etapas.

Entre los 18.275 habitantes de la ciudad de General Villegas se realizaron más de 2000 encuestas domiciliarias aleatorias para encontrar pacientes con posibles ACV.

Posteriormente se citaron en el hospital casi 300 personas con sospecha de ACV para su evaluación personal por los profesionales de Fleni quienes allí confirmaron los casos.

Actualmente se está trabajando en las etapas conocidas como incidencia (en donde se detectan todos los casos nuevos), mortalidad (porcentaje de muerte en los días y años posteriores al ACV y porcentaje de las muertes por esta patología en el total de las muertes del partido) y carga de enfermedad (años de vida perdidos por muerte prematura o discapacidad luego de un accidente cerebrovascular).

"EstEPA es un estudio sin precedentes en nuestro país por la cantidad y la calidad de la información que se está recabando. Los datos epidemiológicos son fundamentales para poder llevar adelante acciones de prevención y políticas de salud pública", subrayó Ameriso.

Del estudio también se pudo obtener el número de muestras que se consiguieron sobre subtipos de ACV, factores de riesgo, medicamentos usados y diagnósticos que se realizan. 

La hipertensión, primera en factores de riesgo

En cuanto a los factores de riesgo, los tres que más aumentan las probabilidades de presentar un ACV son: .
   • Hipertensión (88%).
   • Apnea obstructiva del sueño (51%) .
   • Dislipidemia (46%) .
   A su vez, el 88% de los ACV de General Villegas fueron isquémicos (por obstrucción de las arterias) y el resto hemorrágicos (por ruptura de vasos). 

La importancia de la rehabilitación.

Un ACV no termina con el tratamiento en la fase aguda. Actualmente, el 70% de las personas que lo han sufrido tienen secuelas que afectan su calidad de vida.

Además, el riesgo de recurrencia es alto, principalmente en los días posteriores al tratamiento. La mejoría de las secuelas generalmente se da con paciencia, esfuerzo y rehabilitación.

Fuente: NA