“Quiero huir”, dice, entre risas, Jorge Román. Se refiere a la complejidad y la responsabilidad de encarnar a un ídolo popular como Carlos Monzón para la pantalla chica. Tiempo atrás, Disney Media Distribution Latin America y Pampa Films decidieron hacer una serie de 13 capítulos, y sus directivos no lo dudaron: el actor para la última parte de la vida del boxeador debía ser el protagonista de “El Bonaerense”. Y por cierto, el parecido entre ambos es innegable y sorprendente. Sin embargo, no fue fácil para los productores convencerlo.
“Cuando surgió la posibilidad, me negaba. Yo hago el Monzón después de que se retira del boxeo. Ese que va en descenso paulatino hacia el infierno. Y yo sabía que eso significaba un doble esfuerzo”, confiesa, en diálogo con Fabián al Mediodía. “No la pasé bien la primera semana porque estaba literalmente temblando. Era demasiada responsabilidad”.
En efecto, Román fue convocado para hacer la etapa en que el ídolo entra en decadencia: cuando se retira del deporte, su relación con Alicia Muñiz y el hijo de ambos, la noche, Mar del Plata, el femicidio, el juicio, la cárcel…
Foto: Jorge Román. El parecido con Monzón es impresionante.
“Ninguna de esas instancias son suavecitas o color de rosas, toda (esa parte) es intensa y en esa intensidad (el rodaje) está marcado en general por elementos extremos como la violencia. Y hay que atravesar todo eso. Yo no soy un actor que cree en la identificación y que no puede salir de los personajes. Yo fui formado para entrar y salir de ellos, pero en este caso, cuando me toca grabar hay un momento en que el cuerpo literalmente no me da, y en que el compromiso emocional es muy fuerte”, sigue.
Finalmente, sobre la personalidad de Monzón, opina: “él no era un tipo violento todo el tiempo”. Para Román, el boxeador "se perdía" a raíz de su adicción al alcohol.
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