Política - Otro "arrepentido"

Viernes 10 de Agosto de 2018 - 19:34 hs

Aldo Roggio se presentó en Comodoro Py

El juez Claudio Bonadio lo había citado para la próxima semana en el marco dela investigación que motivó los supuestos cuadernos de coimas durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

El empresario Aldo Roggio, titular del grupo Benito Roggio e hijos, se presentó este viernes en los tribunales de Comodoro Py en la causa que generaron los supuestos cuadernos de coimas durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, que habría escrito el ex chofer Oscar Centeno de Roberto Baratta.

Roggio estaba citado para el martes, pero decidió adelantar su declaración y presentarse este viernes ante el juez Claudio Bonadio.

Por su parte el gerente de Electroingeniería Jorge Neira se convirtió en un nuevo arrepentido.

Otro que declaró

Carlos Wagner , quien fuera presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, declaró como arrepentido ante el fiscal Carlos Stornelli en el caso iniciado a partir de los cuadernos de las coimas que escribió Oscar Centeno, chofer de Roberto Baratta, ex número dos de Julio De Vido en el Ministerio de Planificación Federal durante el kirchnerismo.

En su declaración, Wagner explicó cómo era el sistema de cartelización de la obra pública mediante el cual las empresas se quedaban alternativamente con los contratos.

Señaló, según fuentes de la investigación, que producto de una negociación con De Vido debían entregar como coimas los adelantos de obra que pagaba el propio Estado nacional. Los montos del adelanto oscilaban entre el 10% y el 20% del total de la obra. Otro modo de entregar coimas consistía en devolver parte de lo que recibían como certificados de obra. 

La historia del Club de la Obra Pública comenzó tiempo después del inicio del gobierno de Néstor Kirchner cuando, según explicó Wagner, De Vido les señaló que había un nuevo sistema de trabajo en su área.

Ese sistema, según el dueño de la constructora Esuco, tenía a De Vido como organizador y a Baratta y José López, secretario de Obras Públicas durante el kirchnerismo, como ejecutores.

El empresario señaló que tanto Baratta como López aseguraban que el dinero era "para arriba".

Desde entonces, Wagner, que confesó un delito y a cambio logró la excarcelación, fue una especie de gerente general del Club de la Obra Pública.

Uno de los empresarios que habían declarado ante Bonadio y Stornelli señaló: "En una reunión de la Cámara de la Construcción, una autoridad nos informó que desde ahora éramos subcontratistas de obra pública". Es decir que había comenzado a regir el nuevo sistema.

Fuente: NA