Veredas más amplias, un estacionamiento reducido, baldozas grises y marmol bajo dos mástiles de 42 metros son algunos de los cambios que se le realizaron al espacio público y que los santafesinos pudieron disfrutar el 25 de mayo.
LT10 te invita a participar de una encuenta para que contestes si te gustan los cambios que se hicieron a la plaza o te gustaba más como lucía antes.
Algunos cambios
La plaza extendió sus límites y así ganó espacio para el uso recreativo y para la congregación de las personas. Es por eso que se sumó espacio verde: de 1650m2 pasó a tener 3380m2 para disminuir la temperatura y a colaborar con la absorción del agua proveniente de precipitaciones.
En lo que refiere a las características arquitectónicas de la obra, se trabajó con un plano de piso continuo, recomponiendo el espacio físico original de la plaza, disolviendo el entramado de calles existentes e integrando, de esta manera, el perímetro compuesto por los edificios representativos de la actividad política, jurídica y religiosa existentes en sector. De este modo, se restringen sectores de estacionamiento de vehículos priorizando el uso peatonal. Las veredas del perímetro edilicio construido se funden así para ser parte de la plaza misma, con diversos tratamientos de solados a nivel.
Nuevos mástiles
Los mástiles miden 42 metros de altura, desde la base hasta el pararrayos, y pesan casi cuatro mil kilos. Tienen las dos banderas de Santa Fe y Argentina, que son de más de cien metros cuadros. La idea es fijar un horario para izarla y otro para bajarla.
Estas estructuras tienen un metro de diámetro abajo y 40 centímetros en la cima y están hechos para que puedan aguantar el flameo de una bandera de cien metros cuadrados. Los mástiles se construyeron en Esperanza y tienen un cable que va al generador, que se encuentra en Casa de Gobierno y tiene un sistema de control remoto para poder subir y bajar la bandera, aun con corte de luz podrá izarse".
La obra
Las tareas de recuperación de la plaza 25 de Mayo contemplaron la modificación de la fisonomía actual del espacio y su entorno en favor de los peatones. Para ello se decidió, entre otros cambios, ampliar los espacios verdes dentro de la plaza, eliminar los estacionamientos perimetrales y limitar la circulación vehicular en las calles que la rodean.
Esta obra de rescate y recuperación histórica da prioridad a lo medioambiental, porque se recuperan espacios verdes y forestación, y al peatón, porque hay una clara prevalencia del uso peatonal por sobre el vehicular.
Además, los trabajos incluyen la iluminación ornamental que destacará el entorno y contempla las obras de infraestructura como desagües pluviales con sus correspondientes retardadores, canalizaciones eléctricas subterráneas y nuevos tableros de alumbrado público.