La llegada de un bebé a una casa es un momento lleno de ilusión y emociones. Pero en un hogar donde hay mascotas, la gran duda es saber cómo van a reaccionar nuestros amigos de cuatro patas cuando llegue el nuevo integrante de la familia.
Esto sucedió en Dublin, Irlanda. Quica, la perra de la pareja, ofició de guardaespaldas de la panza durante los 9 meses de embarazo; no dejaba que nadie se acercase su dueña. Por eso, el matrimonio decidió grabar el momento en el que la pequeña perra conoció a Nicholas, cuatro días después de su nacimiento.
El padre del niño, quien lo tenía en brazos, fue acercándolo de a poco a Quica y el pequeño can tuvo una sorpresiva reacción. Los dueños aseguran que adoptó una actitud protectora con el bebé y que no se despega ni un segundo de él.