El Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez, que depende del Ministerio de Innovación y Cultura del Gobierno de Santa Fe, dio a conocer la nómina de obras premiadas del 95º Salón Anual de Santa Fe, o Salón de Mayo.
La lista de de ganadores generó una fuerte polémica que se trasladó a nivel nacional, sobre todo por la obra que recibió el galardón mayor: el Premio Gobierno de la Provincia de Santa Fe fue para la obra "Recordar, Textil, Letras de crochet sobre seda lavada y sobre batista", de María Soledad Sánchez Goldar, y será distinguida con 180.000 pesos.
"La obra está conformada por dos piezas textiles monocromas que proponen al espectador un acercamiento físico necesario para poder leer el texto escrito en ellas, un lienzo blanco con letras de crochet blancas y un lienzo negro con letras de chochet negras que testimonian dos posibilidades ante el recuerdo", explicó la artista sobre su puesta.
Este premio generó discusión y opiniones cruzadas en cuanto al carácter de "pieza de arte" de la obra seleccionada. A través de El Cuarto Poder, se expresaron voces a favor y en contra de la decisión del jurado. Domingo "Coco" Sahda, reconocido crítico santafesino de arte, manifestó que "las adjudicaciones y las obras vistas son una estafa a la cultura y al conocimiento de la comunidad, y deben rendir cuentas públicas por eso", ya que "los premios que se pagan son los impuestos que a los contribuyentes nos sacan".
"Los museos como resguardo de la memoria de la comunidad a través de los siglos, deben ser preservados y su conocimiento debe ser estimulado sin inducir a desatinos como éste, avalado desde la ministra de cultura para abajo", siguió.
Para el crítico, todo esto se debe a una postura "pícara y modernosa" de las autoridades del museo. Al ser consultado acerca de esta nueva forma de exponer y criterios de elección, Sahda expresó que "con esta gestión se ha ido agravando, y la responsable no es sólo la directora, porque hay quien la avala, porque los premios no los saca de su bolsillo".
Así como la obra ganadora despertó duras críticas y detracción, también tuvo su contrapartida. Desde la vereda de enfrente, Pedro Cantini, secretario de Espacios Culturales de Santa Fe, defendió la elección: "Yo no diría que es una polémica... que no guste la obra no constituye una polémica, es una opinión porque puede estar, por ejemplo, basada en la ignorancia, en el prejuicio o puede estar basada en algún criterio".
"El Ministerio de Cultura convoca a un concurso, ofrece un premio y lo otorga un jurado. Ese jurado debe ser profesional, debe conocer la colección del Rosa Galisteo, y debe conocer lo que pasa en el estado de la producción artistíca en el momento en el que le toca contribuir a la construcción de una colección, en este caso de arte argentino", indicó.
La idea es que la obra elegida "exprese hoy y para generaciones futuras lo que ha pasado y lo que pasa hoy en la producción artística en nuestro país", cuestión que el jurado ve cumplida en tanto que la composición "propone una reflexión en torno a la memoria como práctica política y poética, que cobra especial interés pues contempla la participación del espectador".
"Si la ves de lejos, sólo ves el soporte de la obra; tenés que acercarte a verla", explicó Cantini. De esta forma, "el observador se ve interpelado a partir de las condiciones de legibilidad de la obra".
Por último, el funcionario defendió la trayectoria de la artista comentando que "es sólida y sostenida en el tiempo, incoporar una obra de una artista que en este momento está vigente en Argentina y Latinoamérica es interesante para el museo".