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Martes 24 de Abril de 2018 - 09:30 hs

La NASA no puede explicar el origen de estos extraños agujeros

Las fotografías de unos misteriosos orificios en el Ártico aún tienen a los científicos rascándose la cabeza para encontrar una explicación.

Actualizado: Martes 24 de Abril de 2018 - 09:57 hs

La NASA descubrió unos agujeros inusuales en el hielo del Ártico, y todavía no tienen una explicación racional y aceptable.

Operación IceBridge es la misión aérea de la NASA que ha estado funcionando durante nueve años, volando sobre el Ártico y la Antártida, fotografiando, mapeando y documentando entorno cambiante de la región sobre tierra y hielo marino.

El pasado 14 de abril, el científico a cargo de la misión IceBridge, John Sonntag, vio algo que nunca había sido visto antes. Él fue quien le dio al mundo las fotografías de una impresionante grieta en el hielo antes de que la plataforma de hielo Larson C se rompiera el verano pasado, así que no es una persona ajena al misterioso paisaje congelado.

Formas misteriosas
Mientras volaba sobre el este del mar de Beaufort, Sonntag y el equipo detectaron las curiosas formas, círculos con lo que parecían ser agujeros en el medio. “Vimos estas formaciones circulares durante unos minutos hoy”, dijo Sonntag . “No recuerdo haber visto este tipo de cosas en otro lado”.

Los propios científicos del proyecto tienen algunas teorías sobre lo que podría haber hecho estos círculos, ya que algunos aspectos son reconocibles, pero reconocen aún estar un poco perplejos.

“Definitivamente es un área en la que el hielo está bastante delgado, ya que se puede notar eso cerca de los agujeros y el color suficientemente gris indica poca nieve”, Nathan Kurtz, miembro del equipo. Sin embargo, “no estoy segura de qué tipo de dinámica podría conducir a las características en forma de semicírculo que rodean los agujeros. Nunca he visto algo así antes”, añade.

Otra hipótesis es que los agujeros centrales son creados por mamíferos marinos, como las focas que roen el hielo para crear agujeros de aire, ya que parecen similares a los agujeros creados por focas arpa previamente documentados.

También podrían ser aguas termales hechas subterráneas que fluyen de las montañas, o corrientes cálidas del Mar de Beaufort o el cercano río Mackenzie que llegan a la superficie. La verdad es que actualmente nadie lo sabe pero los especialistas seguirán buscando la respuesta.

Fuente: Los Andes