Telegram se convirtió según los expertos en la aplicación de mensajería instantánea más segura que hay. En un comienzo, con WhatsApp de por medio, le costó arrancar pero a medida que el tiempo pasa, llegan más usuarios. Y no es de extrañar.
Esta app ofrece un cifrado de extremo a extremo para proteger los mensajes que se intercambian dentro de su plataforma, evitando así un ataque Man in the Middle -así es como se llama a la intervención en la comunicación entre emisor y destinatario-. Hasta tal punto llega su seguridad que Rusia ha decidido ordenar su bloqueo en todo el país por no entregarle los datos de sus usuarios. Y no es la primera vez, Irán ya lo bloqueó durante las protestas del gobiernos a principios de este año.
Encriptada de principio a fin, domiciliada en un país fuera del alcance las citaciones y además, muy fácil de usar. La aplicación se encuentra entre las principales opciones de personas preocupadas por espiar gobiernos.
Sus diferencias respecto a otras aplicaciones
Con Telegram, se puede acceder a canales públicos donde se comparte información con links, fotos y vídeos y no sólo eso, existe la opción de crear chats secretos. Es decir, ahí todo lo enviado se autodestruye una vez que fue visto por el destinatario y, en el caso de que una persona realice una captura de pantalla de un chat privado, también se notificará. Además, esta app permite borrar mensajes sin que el destinario lo sepa... incluso, se pueden editar mensajes ya enviados, algo que no está presente en su competidor.
Otra de sus grandes prestaciones es la posibilidad de crear un alias a modo de identificación, con esto se podría chatear sin tener que compartir el número de teléfono. También se puede tener hasta tres cuentas en un mismo dispositivo, y enviar documentos con cualquier extensión y que pesen hasta 1,5 GB (en WhatsApp, vídeos hasta 16 MB y documentos hasta 100MB).
Como última innovación, Telegram también permite la posibilidad de crear bots que interactúen de manera automática con otros usuarios.