María Victoria Molino viajaba junto a Solana Bauza a Cusco hacia Cusco en la combi que fue aplastada por una piedra que se desprendió de la montaña. En ese accidente, Solana perdió la vida, y Victoria -que viajaba en el asiento de adelante-, vivió para contarlo.
Después del shock, la joven santafesina decidió contar lo sucedido en su muro de facebook y difundir en las condiciones en las que se hacen los traslados de Cusco a Machu Picchu "El día que nos vendieron la excursión hasta Machu Picchu no nos advirtieron sobre los desprendimientos, nos enteramos una vez que estuvimos en la ruta. La gran mayoría no te lo advierte y la difusión es muy precaria", escribió Victoria.
En diálogo con LT10, Victoria Molino contó lo que se vivió en ese preciso momento: "Yo iba en el asiento de adelante de Solana, en la ventanilla... a poco de salir, estábamos muy pegados a la ladera de la montaña y vi la piedra cayéndose... me hice para un costado, no alcancé a gritar... la piedra nos arrastró a casi el borde del precipicio", relató. Este era el tercer derrumbe que habían visto durante los viajes al destino.
La vuelta de Machu Picchu no fue el único viaje con complicaciones. "A la ida estaba lloviendo e íbamos con un conductor que manejaba muy rápido por un camino muy sinuoso",dijo. La altura en la zona del accidente alcalza los 4.000 metros.
"Estábamos muy asustados porque el conductor iba muy rápido", dijo Victoria. El camino es en parte de asfalto y después se convierte en un camino de tierra que no tiene ningún tipo de señalización. "No está para la velocidad en la que ellos van", reflexionó.
Para sumar peligros al viaje, Victoria contó que antes de las curvas los choferes no bajan la velocidad, sino que "tocan bocina para alertar que vienen", en calles angostas, de doble mano, que están al borde de la montaña.
Para finalizar, Victoria dio un consejo para todos aquellos que eligen este destino turístico: "No es seguro ir a Machu Picchu en épocas húmedas", es decir durante los meses de enero a abril, porque las lluvias provocan constantes desmoronamientos que no son informados al momento de comprar los traslados.