Se llamaba Capitán y hacía más de diez años que se había instalado en ese lugar. El pasado domingo fue encontrado sin vida en un baño del cementerio de Vila Carlos Paz, lugar en el que vivía hace más de 10 años, junto a la tumba de su dueño. Todo ese tiempo le valió para converlo en una leyenda.
Ahora, el municipio de Villa Carlos Paz y entidades protectoras de animales discrepan acerca del lugar en el que serán enterrados los restos del perro.
Así, mientras las autoridades proponen enterrarlo en una plazoleta y hacerle un monumento, los proteccionistas quieren que los restos del animal queden en algún lugar del mismo cementerio, el lugar adonde el perro eligió pasar, perseverante, los últimos más de 10 años de su vida. Con los proteccionistas coinciden los familiares de Miguel Guzmán, el amo de Capitán, a quienes les gustaría que el perro sea enterrado en el cementerio. Y hasta hay quienes plantearon la posibilidad de embalsamar el cuerpo del animal, considerado “el perro más fiel de la Argentina”.
Capitán desapareció de su casa, a unas 15 cuadras del cementerio, cuando su amo murió, en marzo de 2006. En enero de 2007, los empleados del cementerio lo vieron entrar por primera vez y el entonces director , Héctor Baccega, contó que lo encontraron un día frente la tumba de quien había sido su amo.
El caso todavía genera incertidumbre: es un misterio cómo Capitán encontró la tumba de su dueño, quien murió en un hospital lejos de su vivienda y fue trasladado a una casa velatoria antes de ser llevado al cementerio.
Mientras se define el destino de los restos de Capitán, en Villa Carlos Paz nadie duda de que el animal será recordado en la Ciudad como un “ejemplo de fidelidad, compañerismo y amor”.