Claro está, para despejarse y dejar sus problemas atrás, el exitoso conductor televisivo decidió instalarse en Punta del Este. Allí, al hincha de San Lorenzo lo aguardaba una de sus posesiones más valiosas: La Guanahani, el refugio veraniego que tiene Marcelo para descansar y disfrutar de las tranquilas playas uruguayas rodeado de su familia. Guanahani, nombre que le debe a la primera isla en la que desembarcó Cristóbal Colón.
La chacra tiene su propia cancha de fútbol.
El lugar, valorado en más de 9 millones de dólares, le debe su nombre a la primera isla en la que desembarcó Cristóbal Colón cuando llegó a América y está plagado de lujos. Al llegar, un portón de troncos rodeado de sutiles y muy cuidados arbustos se erige con el nombre de la chacra ubicada en La Boyita, en José Ignacio, una de las localidades más “top” del país vecino.
Casi como una especie de ritual, Marcelo reúne a toda la familia y viaja a Uruguay para pasar Navidad y Año Nuevo ahí. La chacra lo tiene todo, para su comodidad: no podía faltar la cancha de fútbol, la misma fue construida a pedido del ex vicepresidente de San Lorenzo basándose en el reglamento de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
El lugar tiene su propia salida al mar.
Además, el conductor también mandó a construir un beach club para su disfrute. Según detalla la revista Hola, Tinelli compró la chacra hace 17 años y la reconstruyó a nuevo. De color verde esmeralda, está rodeada por una galería y un extenso parque donde se encuentra la inmensa pileta con un deck que conecta con las suites de planta baja.
