Sucesos - EE.UU

Martes 16 de Enero de 2018 - 18:08 hs

Encadenaban y torturaban a sus 13 hijos

El caso de los Turpin, un matrimonio que torturaba a sus 13 hijos, conmueve a Estados Unidos.

Actualizado: Martes 16 de Enero de 2018 - 18:12 hs

El caso de los Turpin suena a otros policiales que se convirtieron en películas o documentales. Las vírgenes suicidas, de Sofia Coppola, en la que cinco hermanas son encerradas en su casa víctimas de dos padres estrictos y ultra-religiosos. O el documental The Wolfpack, sobre los siete hermanos Angulo que permanecieron aislados 14 años en un departamento mínimo de Manhattan, por el terror que tenía su padre a los peligros externos. En el caso de los Turpin, además del encierro y el aislamiento, se suma la tortura.

En las imágenes posaban como una familia extraña y algo aterradora: madre, padre, trece hijos, diez chicas y tres chicos. Ellas usan todas el mismo vestido de estampado escocés en tonos bordó y rosas y medias blancas; ellos llevan el mismo corte taza de su padre. Los secretos que guardaron durante décadas fueron descubiertos gracias al coraje de una de las hijas, de 17 años, que logró escaparse y dar aviso a la policía de lo que sucedía en su hogar de Perrins, en los suburbios de Los Ángeles.

Cuando entraron, los agentes encontraron varios niños -o lo que parecían niños- encandenados a sus camas, con aspecto demacrado y cuerpos esqueléticos, que olían mal. "Los agentes localizaron lo que creían que eran 12 niños dentro de la casa, pero se sorprendieron al descubrir que siete de ellos eran en realidad adultos, con edades comprendidas entre los 18 y los 29 años. Las víctimas parecían estar desnutridas y muy sucias". David, de 57 años, y Louise Turpin, de 49, quedaron detenidos, acusados de nueve cargos de tortura y de diez cargos por poner en peligro a los menores. La fianza que fijó el juez asciende a los nueve millones de dólares y el jueves comparecerán ante la corte.

Tras la noticia, comenzaron a surgir los testimonios de vecinos, que no disimularon su perplejidad por lo que sucedía en Perrins.

Robert Perkins recordó una Navidad en la que vio a algunos de los chicos armando un pesebre en el jardín delantero de la casa. Los felicitó, pero quedó sorprendido por su reacción. "No dijeron una sola palabra", contó.

Fuente: CNN-TN