Cintia, dijo sentirse culpable por lo sucedido. Ya que se enteró el pasado miércoles que Mariela rengueaba por una supuesta lesión en el tobillo, pero cuando logra hablar con ella le confesó que “Facundo Solís le había golpeado... prácticamente la quiso quebrar”.
En una disputa que tuvieron el agente penitenciario y Mariela -esta semana- apareció el padre de Facundo -Luis- “quien paró la movida, y le prometió a ella que se lo iba a llevar, sacarle la moto y el arma”, relató una de las amigas de la ahora fallecida. Según Cintia, Luis “siempre frenaba a Mariela -de que haga una denuncia- le metía miedo de que Facundo iba a perder el trabajo por su culpa”.
Cuarenta minutos antes de la masacre hablaron telefónicamente y se desearon felices fiestas. Además, su compañera de trabajo le prometió a Mariela que irían esta semana a Tribunales Colegiados de Familia porque Solís la amenazaba con quitarle la casa que antes compartían, y no le pasaba la plata que le correspondía. Después de eso “la mató como a un perro”, dijo Cintia haciendo referencia a lo ocurrido el pasado 29 de diciembre.
Sus conocidas relataron que Mariela “había dejado de ser la persona que era. Antes era alegre, ponía música y se reía y últimamente estaba nerviosa”, recibía constantes mensajes de su expareja.
“Tenía miedo y había cosas que no quería contar”, relató Cintia que continuó diciendo que a veces faltaba al trabajo para que “no se vean” las marcas que Solís le realizaba.
Ariadna por su parte, hace más de quince años que conocía a Mariela y trabajaban juntas en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Santa Fe. “No puedo creer que trabajemos en ahí y nadie haga nada”, dijo entre lágrimas. También contó que ella vivió una situación similar años anteriores y como a Mariela desde el Ministerio “le cerraron las puertas... nunca encontrás salidas”.
Durante la entrevista con LT10 Cintia también se indignó porque a Facundo Solís lo llevaron a la cárcel de las Flores, donde el imputado “trabajó 11-12 años... está ahí detenido, con sus excompañeros de trabajo . Además agregó “Mariela siempre contaba que los policías presos ahí tienen privilegios”.
“Todo el tiempo le decía que iba a matar a su familia, que se quedara quieta”, destacó Cinthia. También recordó como todas las mañanas Mariela leía las noticias de femicidios y pensaba que ella “iba a terminar así...como terminó”. El miércoles Cinthia le advirtió “ 'vas a terminar igual, no le tengas miedo.' Pero el calvario que ella sentía no lo sufría nadie”.
Para Cintia y Ariadna todo “fue planeado y con alevosía”.