Cualquier reunión es útil para hablar. En este caso del rugby, para negociar. Sucedió en la reunión de presidentes de Uniones en Paraná, donde se jugó el Seven de la República, y también el martes a la noche en el Club Ciudad, donde la Unión de Buenos Aires despidió el año y le entregó su premio mayor (el Cap) a Tito Díaz Bonilla, apertura de Hindú. Pero, más allá de partidos y distinciones, este fin de año y el comienzo del próximo traerá tela política para cortar.
En marzo se elige presidente de la Unión Argentina y suenan dos nombres: Buenos Aires quiere imponer a Gabriel Travaglini como 1 en la lista y el Interior, al sanjuanino Marcelo Rodríguez. Y eso es lo que se está negociando, quién queda como candidato principal en la nómina que tendrá seis consejeros por cada lado. Ahora... ¿no sería más fácil ir a los votos? Negativo. La idea es llegar a marzo con una nómina consensuada.
Y si llegara el momento de los votos, el Interior, por mayor cantidad de jugadores, tiene los necesarios para ganar, aunque los porteños -según le confesó un directivo a Olé- confían en que no habrá elección porque generaría una grieta.
Tras el cambio en el sistema de votos, desde el 2009 en la UAR rige el Interior luego de mandatos porteños desde que la UAR se escindió de la URBA en el 96 y comenzó la era de titulares de Buenos Aires, largando con Luis Gradín.
Sin embargo, 13 años después llegó el tucumano Luis Castillo al sillón; Cacho fue sucedido por el rosarino Carlos Araujo (foto), quien tras su segundo ciclo no puede continuar su presidencia.
Buenos Aires cree que ya es su momento. Es tiempo de negociar.