La justicia santafesina logró identificar en las últimas horas a un joven de 18 años acusado de “grooming” o acoso sexual cibernético, en el que la víctima era una adolescente de 16 años oriunda de Pamplona, España.
La investigación fue iniciada por Interpol Madrid y continuó luego en Santa Fe, donde se pudo dar con el presunto autor de los acosos y extorsiones.
La fiscal de la causa, Yanina Tolosa, relató en el programa El Cuarto Poder cómo fue el método utilizado por el delincuente para acceder a la joven en Europa.
Captación
Según Tolosa, el contacto entre víctima y victimario comenzó a través de una página web que invita a sus usuarios a mantener chats. De los mismos participan al mismo tiempo “alrededor de 50 personas que entran y salen sin saber quiénes son”, explicó.
A través de ese chat, ambos habrían intercambiado los números de sus teléfonos celulares, donde la conversación continuó, esta vez vía WhatsApp.
Identidad oculta
El muchacho se habría hecho pasar por una chica de la edad de la víctima para poder ganar su confianza. Luego le reveló que era un varón mayor que ella y mantuvo con la adolescente una charla de alrededor de una hora y media o dos, de acuerdo a lo indicado por la fiscal santafesina.
La extorsión
Una vez ganada su “confianza”, el joven le habría solicitado una foto de índole sexual a la chica española, pedido al que la menor habría accedido. El siguiente paso fue solicitar más material fotográfico y, ante la negativa de la niña, el acosador la amenazó con viralizar la foto y le exigió dinero a cambio de no hacerlo.
La chica habría abandonado la conversación y contó lo sucedido a su madre, que rápidamente radicó la denuncia policial.
La atinada reacción de la víctima y su madre permitió el accionar de Interpol Madrid, que determinó que la característica del celular desde el cual se realizaba el acoso era de Santa Fe, Argentina. Interpol Buenos Aires se hizo cargo de la investigación junto con personal especializado de la Policía Federal Argentina. La misma recala finalmente en la justicia local, que pudo determinar a qué empresa telefónica pertenecía el aparato celular.
Allanamiento
Como corolario de la investigación, la policía allanó la vivienda del joven en barrio Sargento Cabral de esta capital, de donde se secuestraron “distintos dispositivos electrónicos que deberán ser peritados para saber si el sujeto actuó solo o no”, explicó Tolosa.
Pese a todo, el presunto delincuente quedó en libertad, ya que el delito de “grooming” prevé penas muy bajas. “La investigación recién se inicia”, finalizó la fiscal.