Durante el fin de semana pasado, Neuquén recibió la 29º edición del Campeonato Nacional de Mamis, categoría Intermedia. Desde el viernes hasta el sábado, tuvo como sedes a Neuquén Rugby Club, Club Atlético Independiente, Club Alta Barda de Neuquén, Club San Jorge de Centenario y Marabunta Rugby Club de Cipolletti. Fue una prueba exigente para todos los elencos que dieron el presente. Las chicas dejaron todo en cancha, defendiendo y recuperando hasta la más ínfima bocha que le significara la posibilidad de gol.
Demostrando su grandeza y que siempre van para adelante, CRAR no quiso ser menos y brilló, siendo una de las sorpresas del certamen. Resultó ser una prueba para medirse a ellas mismas en una cita a pura adrenalina y la superaron con gran éxito. Lograron acoplarse priorizando el trabajo en equipo, siendo más de lo que ellas creían. Llegaron al tercer puesto en la competencia, que reunió a 43 equipos y alrededor de 500 mujeres de todo el país. Jugó nueve partidos en tres días. Durante el viernes, derrotó a Athletic Rojo y a Independiente de Neuquén 1-0. La caída frente a Utedyc no fue impedimento para llegar al primer puesto. El sábado sumaron dos victorias y un empate, accediendo a la definición por el Oro. Superó 1-0 a AATRAC de San Juan y a Suricatas de Plottier, mientras que igualó sin goles ante Colón de Santa Fe. En el último día de actividad, las dirigidas por Pablo Pardini y Matías Lang, vencieron 1-0 a Cardenales de Misiones y se metieron en semifinales. En esa instancia, no se sacó diferencias contra Tandil de Mendoza y cayó por penales. La definición por el tercer puesto marcó el último partido, y el conjunto rafaelino lo jugó con los dientes apretados. Con las pulsaciones a mil. Adentro y afuera de la cancha. Las acciones terminaron en felicidad plena. Más allá de que quedaron 1-1 y el suspenso se mantuvo hasta último momento, al decidirse el ganador desde los penales donde logró imponerse 3-1. Agustina Bonazzola fue clave con sus tres conquistas a la que se le agregaron Alicia Paz, Jorgelina Sánchez y Gabriel Gongora con uno cada una. El “verde” jugó por una misma pasión y demostraron que son un grupo capaz de conseguir todo lo que se proponga por la humildad y dedicación de cada jugadora. Las campeonas fueron las cordobesas de Smata que vencieron en la final a Peumayen de Mendoza.
Colón fue de Plata
Las “sabaleras” llegaron con gran expectativa al Nacional, siendo uno de los animadores permanentes del certamen local. Llevó todo su talento con la firme idea de prevalecer y denotar el gran nivel de su plantel. Finalizó como el mejor del segundo estamento (17° en la tabla general) al superar en la final a La Salle de Córdoba 3-1. Su andar comenzó de la mejor manera al vencer 2-0 a Capri de Misiones. En sus siguientes compromisos de zona, no pudo ser efectivo e igualó sin goles frente a Neuquén RC y Asociación Luján. Su segundo día de acción, deparó la derrota 1-0 contra Suricatas y quedó a mano, sin poder anotar frente a AATRAC y CRAR. Como cierre de su “aventura” por el Nacional, le ganó 1-0 a Yeruti de Mendoza y cayó por penales frente a Tacurú, para luego disputar la final de la Copa de Plata ante las “lasallanas” cordobesas.
Unión terminó undécimo en la Copa de Plata (27° en la tabla general). Resultó ser una experiencia positiva para el grupo, al adquirir rodaje las nuevas chicas del “Tate” que estuvieron a la altura. Fue de menor a mayor, donde se afianzó en esta nueva categoría donde incursionó, a medida que avanzaban los partidos para imponer su juego. Al inicio, le costó en su zona, con dos empates en cero contra Circulo Verde y Cardenales Rojo para luego caer frente a Suricatas y Smata. Durante el sábado, consiguió mayor optimismo en el ánimo de su plantel al obtener cuatro triunfos (2-0 a Los Tordos, Murialdo y Uni Rojo, 1-0 frente a Asociación Deportiva Centenario). Para el domingo, sus cruces delimitaron la victoria a Athletic Rojo 1-0, la derrota ante Misión Hockey 3-1 por penales (0-0 en el tiempo regular) y el broche ideal con el cual se despidió al ganarle 2-0 a Parque Verde de Córdoba.
Un desafío constante
Para la institución del CEC fue su bautismo en un torneo Nacional de estas características. Se destacó el rol integrador que asume este grupo que lidera Victoria Bernardi. Ella junto al resto de los que acompañan y forman parte de la institución intentaron forjar una identidad propia, un sentido de pertenencia, valores y una cultura que los identifique. Representa una temporada de crecimiento permanente, no sólo de este equipo, sino también de las diferentes estructuras que le siguen con la tranquilidad de avanzar construyendo lo que piensan. El objetivo deportivo quedó en un segundo plano. Cada jugadora intentó asumir las responsabilidades que le transmitieron y cumplirlas de la mejor manera. Dieron lo mejor en el lugar donde el equipo lo necesitaba. Se formó un grupo humano estupendo, con muchísima unión y el sacrificio del trabajo diario, lo lleva a seguir consolidándose.