Definitivamente, esta no es una experiencia que a los turistas les interese vivir. En China, ingenieros con un sentido del humor bastante oscuro, construyeron un puente de vidrio que simula resquebrajarse mientras los visitantes caminan sobre él. Además, el efecto del cristal agrietado se acompaña de efectos de sonido envolvente que se activan mediante sensores infrarrojos en un par de paneles cerca del extremo del puente.
Las reacciones ante este efecto no se hicieron esperar, y por supuesto hubo una cámara para captar el miedo de uno de los turista distraídos que sufrió la broma china. El hombre en cuestión se asusta al ver las grietas en el vidrio y se tira al suelo, mientras otros, quizás más informados, caminan a su lado sin prestar atención a lo que estaba sucediendo.
Los gestores informaron que se trata sólo de una atracción y que no hay ningún peligro real para los visitantes. Además, aclararon que se notificará a los turistas de la sorpresa que les espera en el camino y, "en el caso de que se produzca alguna grieta", el puente se cerrará de manera inmediata, dijeron las autoridades a cargo.