Comer luego de ir al boliche (o antes) es una práctica a la que adhiere la gran cantidad de jóvenes: para eso la ciudad está pensando en instalar “food trucks” -la versión moderna de los conocidos “carribares”- en la zona dedicada a locales bailables a la vera de la ruta 168.
Según explicó Ramiro Dall’ Aglio, secretario de Control municipal cada uno de los food truck va a contar con conexión de agua potable, a cloacas y energìa eléctrica y además "habrá cinco baños públicos y un playón de 1000 metros cuadrados con mesas y sillas”.
En el lugar, actualmente funciona un boliche, al que próximamente se le sumarán dos más. Además, cuenta con estacionamiento para 300 autos pero Dall’Aglio manifestó en Todo Pasa que “la idea es tener espacio para 700” y las personas podrán acceder en colectivo o caminando a través de un sendero que se está construyendo.
“La idea cayó muy bien en el sector gastronómico”, aclaró Dall’Aglio e invitó a los interesados a inscribirse ya que se licitan en dos semanas y comenzarían a funcionar a mediados de octubre.