Una vez terminado el partido frente a Independiente del torneo pasado en Santa Fe, cuando Unión perdió por 3-0, el presidente Luis Spahn decidió dar por terminado el ciclo de Pablo Marini como entrenador, quien había acordado su arribo al club tras la renuncia de Juan Pablo Pumpido, cuando el máximo titular de la Avenida no se encontraba en el país por temas particulares.
A partir de ese momento comenzó una álgida negociación entre los dirigentes y el representante del entrenador para llegar a un acuerdo para dar formalmente terminado el vínculo con el club. En su momento se habló de una importante cifra que reclamaba Marini para firmar su desvinculación.
Por este motivo Leonardo Madelón no podía dirigir al equipo desde el campo de juego en el partido frente a Lanús por Copa Argentina, aunque recibió un permiso especial para poder estar presente en el estadio de Arsenal de Sarandí, donde se desarrolló dicho encuentro.
Finalmente, cuando restan pocas horas para el debut del Tate en la Superliga, los dirigentes llegaron a un acuerdo con la parte que representa a Pomelo para que firme la rescisión de su contrato, por lo que formalmente Madelón ahora sí se convirtió en DT de Unión y podrá estar sentado en el banco de suplentes en el Coloso Marcelo Bielsa.
Este viernes Marini estará en Santa Fe para firmar la rescisión de su contrato, que es el paso formal que resta para su desvinculación y para que el Francés pueda dirigir al equipo en Rosario.
Mientras tanto, el DT empieza a definir el equipo que se presentará frente a La Lepra, con las dudas planteadas sobre si pondrá entre los 11 a Emanuel Britez y Diego Zabala. El santafesino se perdió el cotejo ante el Granate por estar suspendido, mientras que el uruguayo no pudo jugar tras no estar habilitado.