Las elecciones del pasado domingo dejaron algunas conclusiones y obviamente resultados.
Sobre esto último y en lo que hace a la categoría de diputados nacionales, la lista que apoyo la Casa Rosada, encabezada por Albord “Niky” Cantard , demostró que es competitiva pero además, que puede aumentar su respaldo ciudadano en las generales de octubre. En el Frente Justicialista el triunfo de Agustín Rossi confirmó que el núcleo duro del kirchnerismo más otros aliados históricos, alcanza para ganar una interna en un peronismo “desconcertado”. La pregunta es si los electores de Rodenas y de otras expresiones partidarias menores, se alinearán con un candidato que despierta pasiones y rechazos, con igual intensidad. Lo que llamó la atención es la errática estrategia implementada por el oficialismo provincial. Al desconocimiento público de su candidato, Luís Contigiani, se le sumó su discurso. Se concentró tanto en criticar al gobierno nacional, sin argumentos convincentes, que se olvidó de remarcar los logros de su espacio en 10 años de administración provincial y las propuestas que piensa llevar al Congreso.
Algo similar se dio también , una vez más, en la elección de pre-candidatos a concejales en la ciudad de Santa Fe. Todos los oficialismos, de cualquier nivel, tienen una ventaja y una desventaja en sí mismo en tiempos electorales. Su campaña se basa en lo que se hizo, es lo que se puede ver, bueno, malo o regular. No hay mucho más. Ahora, lo que uno espera de los opositores es que nos digan cómo van a mejorar lo que está o que ideas tienen para implementar lo que falta. De eso, nada.
Quien ganó las PASO en el justicialismo, Marcos Castelló, como todos sus adversarios internos, no aportaron una propuesta concreta, sólo vagas afirmaciones de duras realidades, que no alcanza con describirlas si no van acompañadas de soluciones posibles para revertirlas. Lo mismo ocurrió con el candidato a concejal del gobierno provincial, Emilio Jatón. Hasta el momento de escribir estas líneas no hay un proyecto que se le conozca para mejorar la vida de los habitantes de La Capital. No lo hizo como Senador y uno espera que, aunque tarde, ahora nos pueda explicar qué ciudad quiere y cómo piensa llevarla a cabo. Es la gran oportunidad para que, quien el socialismo perfila como el intendente de la capital para el 2019, nos diga qué Santa Fe sueña. Qué hay que modificar. Con qué está de acuerdo. Qué está dispuesto a sostener y mejorar. Ojalá sepamos que piensa y de qué está convencido. Y que en debates con los otros candidatos, nos demuestre que sabe de qué habla cuando objeta obras o reclama otras. Ahí nos daremos cuenta, si el hombre iluminado por las luces de un estudio de televisión, está preparado para llevar adelante empresas más complicadas.
El fin supremo de la verdadera política consiste en transformar lo que está mal para que el bienestar y la equidad social alcance a la mayor cantidad de gente posible. Para llegar a ello no basta con una cara conocida, discursos dulzones y criticas fáciles. Se necesitan ideas posibles de realizar, equipos para llevarlas a cabo y sobre todo y primero, conocerlas. Que no nos priven de ello.