Interés General - Bajo cero

Jueves 20 de Julio de 2017 - 09:45 hs

Una familia quedó atrapada 25 horas en la nieve

Una familia quedó atrapada por 25 horas en la camioneta en la que viajaban por un temporal de nieve que se desató en la zona de Neuquén, sin señal en los teléfonos ni nadie a la vista. 

Actualizado: Jueves 20 de Julio de 2017 - 15:29 hs

En medio de un camino helado, estuvieron 25 horas

A las 17 del viernes pasado, Hugo Reumay Dante, de 60 años, su mujer Paola Criado, de 43, y dos de sus hijas, Antonella y Ailín, partieron desde Neuquén hacia la localidad de El Huecú para disfrutar de sus vacaciones de invierno, pero la nieve los sorprendió.

Todo pasa habló con Hugo Reumay quien relató como se dieron los hechos.

“Calculamos que desde las 5 hasta las 6 de la tarde del viernes cayeron 40 centímetros de nieve. Cuando bajamos estaba a mitad de la rueda de la Eco Sport. Y a la otra noche llegó hasta la mitad de la puerta. Y no teníamos pala, sólo la calefacción del auto. No teníamos casi agua, el alimento se estaba terminando y el combustible teníamos que irlo racionalizando porque no sabíamos cuándo iban a buscarnos”. Así relató Hugo Reumay Dante (60) la peligrosa situación que vivió con su familia al quedar varado 25 horas en la nieve en un lugar desolado, a 10 kilómetros de El Huecú. Los rescataron cuando habían perdido toda esperanza, y hasta dejaron mensajes grabados para su familia.

"Pensamos que la nieve iba a parar, no paró y comenzó  a bajar la temperatura" contó Reumay

Hugo partió el viernes con su señora Paola Criado (43) y dos de sus hijas (Antonella y Ailín) desde la capital hacia El Huecú para disfrutar sus vacaciones de invierno. “Llegamos a los 12 y fuimos a El Cholar. Recorrimos un poco y decidimos volver más o menos a las 4 de la tarde a Neuquén. Pero empezó a nevar entre El Cholar y El Huecú, cayeron entre 40 y 60 centímetros de nieve en una hora y nos quedamos varados”, relató.

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En el sitio era imposible comunicarse. “Teníamos tres líneas de celulares diferentes, y ninguna con señal. Por eso ella (por su esposa) caminó como un kilómetro y medio hacia la parte alta del terreno, pero se hizo imposible porque la nieve le llegaba hasta la cintura”, detalló. Paola contó que vieron una antena y pensaron que ahí podían “llegar a tener comunicación, pero llegué hasta la mitad y no pude avanzar más. Caminé alrededor de una hora y media ese sábado”.

Su esposo agregó que tuvo que salir a rescatarla “porque el viento no la dejaba avanzar. Estaba agotada”.

Después Hugo salió de la camioneta a buscar algunas ramas que vio desparramadas por los alrededores para prender fuego y ahorrar en la calefacción del vehículo. “Pero hice diez metros y cuando vi que la nieve me llegaba hasta la cintura volví resignado”. A partir de este momento decidieron aguardar dentro del vehículo a que alguien los rescate.

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Hugo comentó que la noche del viernes permaneció todo el tiempo despierto para dar arranque a la camioneta cada media hora, luego cada quince minutos, y finalmente cada diez minutos para mantener caliente el habitáculo. Además racionaron el agua y el alimento que a esa altura ya se encontraba helado.

Las horas pasaban y alrededor era solo nieve y desolación. No había ruidos ni sonidos que presagiaran la pronta llegada de ayuda.

"Las puertas de la camioneta se congelaron" agregó el padre de familia.

A uno de ellos se les ocurrió una idea a la que todos se sumaron. El sábado, con el celular hicieron una grabación de “despedida” dirigida a sus otros tres hijos que estaban en Neuquén, pensando que era una posibilidad no salir vivos de allí. El matrimonio contó que también cantaban y animaban a sus hijas que estaban con ellos para no “demostrarle que estábamos mal”.

La odisea culminó el sábado a las 6 de la tarde cuando una de las máquinas topadoras llegó hasta donde se encontraban. Fue gracias a otra familia que estaba varada en cercanías, vio caminar a Paola y dio aviso de inmediato.

“Cuando vimos la topadora en el horizonte no te puedo explicar la emoción. En un momento pensé que era algo que estaba imaginando. Yo estaba recostada en las piernas de mi marido. Yo le digo vienen por nosotros, y me pongo a tocar a bocina. El empezó a hacer señas con las balizas”, recordó Paola con emoción.

A Neuquén llegaron el domingo a las 2.

Audio: Hugo Reumay

Fuente: Diario Río Negro - Cadena 3