Otra vez, la zona de Gral. Paz y Regis Martínez se vio alterada por la delincuencia. ¿El motivo? Tres negocios fueron víctimas de robo.
Los comercios siniestrados se ubican uno al lado del otro en la ochava sur-oeste de dicha intersección, en el corazón de barrio Sargento Cabral.
Según se estima, los malvivientes llegaron por los techos y bajaron a un patio interior que es compartido por los tres locales. Una vez allí, a salvo de miradas indiscretas, los rufianes forzaron tres ventanas de pequeñas dimensiones, lo que les permitió el acceso a los locales.
La peor parte de esta secuencia se produjo en la pollería Campo Hermoso; negocio que fue literalmente vaciado.
* “Esta mañana cuando llegamos para trabajar nos recibieron unos policías. Nos preguntaron si teníamos un ventiluz dañado. De inmediato abrimos el local y encontramos todo hecho un desastre”, dijeron Lorena y Guillermo, titulares del comercio, en diálogo con El Litoral.
“Se llevaron la balanza; las cuchillas; una cortadora de fiambres; una picadora eléctrica; una radio; las luces de emergencia; en fin.... nos robaron todo, nos dejaron sin poder trabajar”, apuntaron con lógica desazón.
Más adelante, explicaron que los rufianes no sólo sustrajeron elementos sino que además provocaron daños y hasta consumieron droga dentro del local.
* “Quizás pensando que podíamos llegar a tener plata escondida nos rompieron algunas heladeras. Estuvieron comiendo y tomando bebidas. Cargaron gran cantidad de pollos en bolsas, aunque luego las dejaron aquí tiradas. Y se drogaron aquí adentro, porque hay cocaína tirada en el piso”, indicaron.
—¿Cómo se sigue después de esto?
—Es muy difícil, porque uno se siente triste y abandonado por todos. Hace seis meses que inauguramos, con mucho sacrificio y nos pasa esto. Acá, hay créditos que se tienen que seguir pagando. Y ahora tenemos que empezar “de cero”. Tomar nuevos préstamos para reponer las cosas. Y lo peor de todo es que tenemos miedo que vuelvan. Acá, la policía anda bastante poco. Y por las noches puede pasar cualquier cosa -sentenciaron.
Segunda vez en un año
El otro negocio afectado fue la lencería Modos, que se ubica al lado de la pollería Campo Hermoso.
Con idéntica metodología (ingreso por un ventiluz) los ladrones se ganaron al interior del local y vaciaron varias de sus estanterías.
Este comercio es la segunda vez que sufre el rigor de la inseguridad. En mayo del año pasado también padeció la sustracción de gran parte de sus mercaderías. Incluso algunos días no atendió y puso un cartel en la puerta: “Cerrado por robo”.
Los exhibidores vacíos en la lencería Modos, negocio desvalijado por segunda vez en un año. Foto: Danilo Chiapello.
Nadie se salva
El tercer comercio damnificado es la distribuidora Lo de Nico, donde los malvivientes solo robaron un teléfono celular y algunas mercaderías.
Su propietario se mostró alterado por lo sucedido y reclamó por mayor presencia policial en la zona.
“Ahora, estoy averiguando para poner cámaras y otras medidas de seguridad. Estoy molesto porque tengo que gastar mucho dinero, cuando en realidad las autoridades deben darnos protección a todos”, se quejó.