En un estudio de la ONG Consumidores Libres, sobre 48 productos de alta rotación en farmacias, se detectaron incrementos promedio de 132% desde octubre de 2015 hasta julio de 2016, frente a una inflación acumulada de 71%. Así, en menos de dos años los precios de los medicamentos más que duplicaron su valor en las farmacias y su aumento sobrepasó la ya de por sí alta inflación del período.
Un relevamiento de la ONG Consumidores Libres, que representa el dirigente socialista Héctor Polino, registró -entre octubre de 2015 y julio de 2016- incrementos de hasta 236% en los precios al público de algunos fármacos.
La inflación minorista del período promedió 71,7% en el acumulado de los 21 meses bajo análisis, según el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires que elabora la Dirección de Estadística y Censos porteña.
El promedio de los aumentos detectados por Consumidores Libres sobre 48 de los medicamentos más vendidos fue de 132%, es decir que los fármacos registraron subas en torno a 60% por encima del promedio de los precios minoristas.
Si bien puede argumentarse que muchos de los insumos de los laboratorios son importados y que estos componentes pueden impactar en el precio final de los fármacos, el aumento registrado en 21 meses tampoco fue comparable al del incremento del dólar, que acumuló un alza de 77,7% desde los $9,50 del 30 de septiembre de 2015 a los $16,88 del 30 de junio de 2017 (tipo de cambio minorista).
El representante legal de Consumidores Libres, Héctor Polino, informó que “según datos tomados del manual farmacéutico sobre 48 medicamentos que corresponden a distintos grupos terapéuticos, tuvieron aumentos que en algunos casos llegan hasta el 236%, entre octubre del 2015 a julio del 2017”.
“Se tomó como base los precios del mes de octubre del año 2015, porque en diciembre de ese año se produjo un cambio de autoridades gubernamentales y una importante devaluación monetaria. Los medicamentos seleccionados son en general de consumo masivo”, explicó Polino.
Sólo 15 de los 48 medicamentos bajo análisis registraron subas inferiores a la inflación promedio (entre 13 y 67 por ciento). Otros ocho productos se encarecieron en función de la inflación (entre 70 y 73 por ciento), mientras que los otros 25 fármacos subieron más que el promedio de precios. De estos últimos, nueve medicamentos aumentaron más de 130%, en un rango de 137 a 236 por ciento.
Cuando el análisis se redujo a lo ocurrido en el primer semestre de 2017, también se observó una brecha, pero claramente menor: en promedio, las alzas de los medicamentos fueron de 15,3% en promedio, frente a una inflación de 13% acumulada en el primer semestre.
Otra medición
Por su parte, la Universidad de Avellaneda también hizo un seguimiento de 120 drogas de consumo masivo. Observaron que en el último año y medio se produjo un incremento del 75% en los precios. Esto es, casi 20 puntos por encima del alza en el nivel general de precios.
En este sentido, el informe destacó que “tomando un conjunto de doce productos de uso difundido, se observa que nuestro país tiene la canasta más cara de la región. Valorizada en dólares, ésta llega a ser más de un 50% mayor al promedio de la región y se posiciona un 170% arriba que la misma canasta en Chile, un 37% más que en Uruguay, un 33% más que en Brasil y un 111% mayor que Paraguay”.
En Santa Fe
Por su parte, el Colegio de Farmacéuticos de Santa Fe (Primera Circunscripción) efectuó un relevamiento local. Según la Farm. Alicia Raquel Caraballo, “nosotros realizamos ese relevamiento tomando como base una canasta de los medicamentos más consumidos. En el primer trimestre de 2016, el incremento promedio fue del 9% y en el segundo, del 22%. En los tres primeros meses de 2017, nos encontramos con una suba promedio del 4,5%”, comentó la profesional a este diario.
“Pero se trata de mediciones relativas porque, por ejemplo, no relevamos los medicamentos de venta libre”, aclaró.
“El proceso desinflacionario está abortado”
Según la consultora Economía & Regiones, el proceso desinflacionario que intenta llevar a cabo el gobierno “está abortado” porque “la inflación núcleo está clavada y no baja un ápice hace un año” y “hace más de medio año que la inflación perdió su tendencia declinante y dejó de bajar”.
En el duro análisis de la entidad que fuera fundada y dirigida por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio “se descarta por completo que haya baja de tasa de interés en el cortísimo o plazo. En los últimos doce meses, la inflación núcleo y la inflación general promediaron 1,7 por ciento anual ambas, lo cual muestra que el proceso de inflación no es resultado del incremento de tarifas, sino que se sustenta en la evolución de los precios que responden a la ley de oferta y de demanda en el mercado (72% del total)”, destacó E&R.
Al respecto, la consultora concluyó que “en pocas palabras, hay inflación porque hay inflación, no porque se ajustan las tarifas”.
El informe de la entidad dirigida por Diego Giacomini se dio a conocer días después de la difusión del índice de precios al consumidor nacional por parte del Indec, que registró una inflación para el primer semestre del 11,8 por ciento y dejó un margen de promedio mensual de 0,76 por ciento para la segunda mitad del año, si es que se intenta cumplir con la meta oficial del 17 por ciento. “Actualmente, el proceso desinflacionario está abortado. En este marco, se descarta por completo que haya baja de tasa de interés en el cortísimo o plazo”, aseveró E&R.