El festejo de Boca tuvo a un reloj como protagonista. Tras el partido ante Unión, y con el escenario instalado en el campo de juego, se inauguró en un costado de la Bombonera una marquesina que cuenta el tiempo que lleva Boca sin descender: 112 años, 83 días, 18 horas y 40 minutos que aumentan segundo a segundo. Un tema que los xeneizes tienen presente a cada rato desde que River descendió al Nacional B en 2011.
Más tarde, llegó el turno de los jugadores. Uno por uno fueron presentados y pasaron al escenario para protagonizar los festejos. Sin embargo, no todo fue alegría: Gino Peruzzi vivió un incómodo momento ya que cuando se escuchó su nombre desde los parlantes aparecieron los únicos silbidos de la noche.
Entre los más ovacionados, además de los siempre idolatrados Guillermo Barros Schelotto y Fernando Gago, estuvieron Pablo Pérez, Darío Benedetto y Wilmar Barrios, que al igual que sus compatriotas subió al escenario con una bandera colombiana.