"No van a estar (Franco Soldano, Guido Vadalá y Leonardo Sánchez). A eso se le suman dos jugadores más, como (Nicolás) Romero, con un problema de cruzados, y (Matías) Fatín, con una fractura. Fue una semana atípica y con lesiones graves, pero eso no fue problema para que confirmemos el equipo", comentó en conferencia de prensa este miércoles el entrenador de Unión, Pablo Marini, quien recalcó que la malaria física en el plantel se viene sintiendo un montón.
Ya enfocado en el partido contra Independiente de este jueves en Santa Fe, a las 21.30 y con transmisión de LT10, el estratega rojiblanco se refirió a lo complejo del rival de turno: "Es un equipo ágil y rápido de mitad de cancha en adelante, con laterales que pasan mucho y eso hace que no tengan tanto equilibro. Ellos necesitan ganar, al igual que nosotros. Por eso hay que tratar que nuestra cancha sea una fortaleza de ahora en más. Hay que enfocarnos en nosotros, en lo que tenemos que hacer y los resultados aparecerán solos".
Lógicamente, se esperaba que Pomelo tengo una reflexión sobre lo que dijo a principios de semana el presidente Luis Spahn, que está siendo evaluado, pese a que tiene poco más de un mes en el plantel: "Es normal. Los jugadores siempre están siendo evaluados, al igual que los entrenador. Los resultados son los que mandan y por eso se está en absoluto análisis".
En el final, destacó que se trató de hacer una fuerte autocríticas, más que nada pensando en el futuro como equipo: "Hablamos mucho entre nosotros. Incluso lo hicimos en el vestuario en el último partido contra Huracán. No se puede volver a regalar un tiempo como lo hicimos, más por como veníamos. Por eso tenemos que retomar el camino que comenzamos con Estudiantes, sin desviarnos de la exigencia de ganar los partidos".