Este martes, un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a Miami debió cambiar de rumbo y aterrizar en el aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, por una emergencia médica. Por LT10, el comandante de a bordo, contó su experiencia.
“Una familia con un niño de ocho años ve que el chico empieza a tener tos y a tener algún tipo de insuficiencia respiratoria. El jefe de cabina llama a un médico y se presentan cuatro, entre ellos una especialista en cirugía torácica. Después de analizar la condición de este niño en un sector más tranquilo del avión, la doctora determina que tenía un colapso pulmonar, un neumotórax espontáneo. Uno de los pulmones había dejado de funcionar y el otro estaba con problemas. La indicación de parte de esta médica es clara: ‘hay que aterrizar porque este chico no llega a Miami’”, relató Martín Lorenzo Hughes.
Es allí donde se aplicaron los protocolos correspondientes. “Analizo el aeropuerto donde aterrizar y Viru Viru era la mejor opción. En media hora aterrizamos. En ese proceso declaro la emergencia médica, (con lo cual) automáticamente tengo la prioridad de control del espacio aéreo boliviano”. Esto permitió una rápida llegada. El profesional había pedido en el trayecto la presencia de una ambulancia, y el chico fue trasladado a una clínica e intervenido quirúrgicamente, con éxito.
El vuelo a Miami fue retomado una hora y 40 minutos después. “Después de que despegamos nuevamente, cuando les informé a los pasajeros que el chico está evolucionando favorablemente y estabilizado después de la operación, todos aplaudieron, fue una ovación”, dijo Hughes.
“De no haber operado como operamos, el final de esta situación hubiese sido otro”, admitió, aunque ya desde el inicio de la charla con LT10, aclaró: “hay un protocolo establecido en caso de emergencia médica a bordo. Eso fue lo que hice. No soy ningún héroe, héroes fueron los pilotos que combatieron en Malvinas. Yo soy un profesional que hice un trabajo, nada más”.