El británico Anthony Joshua retuvo hoy la corona mundial de los pesos pesados al vencer por nocaut técnico al ucraniano Vladimir Klitschko en el undécimo asalto, en un vibrante y cambiante combate desarrollado en el mítico estadio de Wembley.
Joshua, que había dominado en los primeros asaltos pero había caído a la lona en el sexto capítulo, logró la victoria después de derribar a su rival dos veces en la undécima vuelta, cuando el árbitro frenó el combate por el mal estado en el que se encontraba el ucraniano.
En los primeros asaltos, Joshua llevó la iniciativa y comenzó a tomar ventajas en las tarjetas. Incluso, en el quinto asalto mandó a la lona a su rival, en una acción que pareció ser un despertador para Klitschko.
Es que a partir de esa caída, el ucraniano se volcó al ataque y se llevó por delante a Joshua en el final de ese asalto, que terminó con el británico pidiendo aire.
En el siguiente round se vio lo mejor de Klitschko: el ucraniano derrumbó al campeón defensor con un gancho de derecha a la mandíbula y estuvo a punto de lograr el nocaut.
Desbordado como nunca había estado en su carrera, el inglés buscó aferrarse a su rival e incluso comenzó a hablarle. Pero el panorama del combate ya era distinto, pues Klitschko parecía tener el dominio psicológico de la pelea.
Claro que faltaba un golpe de efecto. Alentado por las 90.000 personas que colmaron el estadio de Wembley, el pugilista local recuperó la forma y se fue en busca de la victoria en el undécimo asalto.
Por más que los especialistas auguraban que un combate largo favorecería las posibilidades de Klitschko, Joshua mostró su mejor versión en el cierre.
Con un gancho de derecha a la mandíbula conmovió al ucraniano, que no pudo evadirse del mal momento y se fue a la lona ante la siguiente andanada del retador.
Por más que Klitschko se levantó, la potencia de Joshua lo volvió a derribar, hasta que el árbitro frenó el combate y decretó la victoria.
A sus 41 años, y 17 meses después de su inesperada caída ante el también británico Tyson Fury, Klitschko intentaba recuperar sus cinturones ante un Joshua que no sólo no conoce la derrota en su carrera profesional, sino que ganó todas sus peleas por nocaut.
El británico, 14 años más joven y campeón olímpico en Londres 2012, es considerado como el púgil con más futuro en los pesos pesados y hoy lo demostró ante su público.