Cultura - tres episodios

Lunes 24 de Abril de 2017 - 14:56 hs

Five Came Back: un documental para no perderse

En tres episodios brillantes, cuenta el trabajo que cinco legendarios directores de Hollywood realizaron durante la Segunda Guerra Mundial

Actualizado: Lunes 24 de Abril de 2017 - 14:59 hs

Estados Unidos armó una unidad cinematográfica para incentivar el espíritu patriotico.

En estos tiempos de sobre oferta de contenidos audiovisuales el adjetivo imperdible se utiliza con frecuencia. Tal vez demasiada. Hay, por ejemplo, tantas series que llevan ese mote que es normal empezar a desconfiar un poco. Y también es cierto que si el espectador promedio hiciera caso de la indicación de no perderse todo lo que se le recomienda pasaría más tiempo frente a una pantalla que haciendo cualquier otra cosa. Una opción válida pero poco realista para la mayoría.

Todo este preámbulo tiene un único objetivo: devolverle el valor a ese imperdible justo a tiempo para recomendar con carácter de urgente el documental Five Came Back, disponible en Netflix. Quizás suene exagerado, pero cualquiera que tenga un interés especial en el cine y la historia o cualquiera de esos dos tópicos por separado debería ver los tres episodios de esta serie que relata el recorrido de los directores John Ford (Más corazón que odio), William Wyler (Ben-Hur), Frank Capra (¡Qué bello es vivir!), John Huston (El halcón maltés) y George Stevens (La mujer del año) desde la cima de Hollywood hasta el frente de batalla en la Segunda Guerra Mundial.

Basado en un libro del periodista Mark Harris, uno de los productores de la serie, el documental además cuenta con entrevistas a cinco realizadores contemporáneos a las que "empareja" con los héroes del cuento. Y la voz en off que une el notable material de archivo que incluyen entrevistas con los protagonistas de la historia y fragmentos de sus films de propaganda bélica pertenece a Meryl Streep.

Así, Steven Spielberg ayuda a hilvanar la historia de Wyler desde su origen europeo hasta su lugar como uno de los directores más reconocidos de la era dorada de Hollywood que decide incorporarse al conflicto bélico para colaborar con su talento narrativo a los esfuerzos de los Estados Unidos para sumar adhesiones a la guerra.

Por otro lado, el mexicano Guillermo del Toro contribuye a esclarecer las motivaciones de Frank Capra para formar parte de las iniciativas propagandistas y como sus decisiones creativas y políticas le dieron forma a la participación norteamericana en la guerra además de esclarecer los sentimientos de Capra, un inmigrante italiano, por su patria de adopción.

Francis Ford Coppola detalla la historia de John Huston, integrante de una familia de artistas, guionista rebelde en Hollywood (como el propio Coppola), que decide reciclarse como director para presevar sus historias y que en medio de una tumultuosa vida personal y una exitosa vida profesional se compromete a colaborar con su talento a los esfuerzos bélicos de su país.

En el caso del venerado John Ford quién presenta una mirada profunda sobre el carácter, las ambiciones y el genio del director es Paul Greengrass, el realizador británico conocido por su trabajo en la saga de Jason Bourne pero cuya conexión con Ford parte de la admiración y su experiencia como documentalista.

Tal vez el menos conocido y reconocido del quinteto, George Stevens, un director que hasta la guerra se dedicaba a las comedias livianas, sufrió el más drástico cambio durante la guerra y la posguerra. Profundamente afectado por su trabajo en el frente y las imágenes que captó en el campo de concentración de Dachau (material de extrema crudeza que fue utilizado como evidencia durante los juicios de Nüremberg), Stevens cuenta con el director y guionista Lawrence Kasdan para relatar su duro despertar.

Tal vez el menos conocido y reconocido del quinteto, George Stevens, un director que hasta la guerra se dedicaba a las comedias livianas, sufrió el más drástico cambio durante la guerra y la posguerra. Profundamente afectado por su trabajo en el frente y las imágenes que captó en el campo de concentración de Dachau (material de extrema crudeza que fue utilizado como evidencia durante los juicios de Nüremberg), Stevens cuenta con el director y guionista Lawrence Kasdan para relatar su duro despertar.

El primer episodio de la serie da cuenta de las carreras de los cinco directores y como todos estaban en el pico creativo y de reconocimiento de sus profesiones cuando decidieron unirse a la contienda bélica. Además, muestra que lejos de ser popular, su decisión fue resistida en Hollywood. Una industria que se resistía a enemistarse con potenciales y ricos mercados de sus películas como el de Alemania.

En el segundo capítulo se detalla el trabajo de los cinco directores ya enlistados y sus esfuerzos por despertar el sentido del deber de sus compatriotas además de los considerables riesgos que corrieron para hacerlo. Claro que el documental no los convierte en héroes impolutos sino que también cuenta anécdotas sobre sus debilidades y miserias como la ambición y competencia desmedida de Ford y su habilidad para la manipulación de quién se le opusiera y el mujeriego empedernido y egolatra profesional que era Huston.

El episodio que cierra la serie ayudado por extraordinarias entrevistas de archivo con Capra, Wyler y Huston, además de imágenes del detrás de escena de las películas de Ford y Stevens describe la situación personal de los cinco directores además de trazar un paralelo perfecto entre sus experiencias en la guerra y los films que hicieron a su retorno a la industria del cine que, para su sorpresa, no los recibió con los brazos abiertos.

Las tres horas de la excelente serie documental tienen el poder de atracción similar a las mejores series de ficción de la plataforma, aunque en este caso el atracón deje al espectador con un nudo y la garganta y la certeza de haber visto algo excepcional. Para completar el círculo perfecto Netflix tiene disponible también los films documentales de cada uno de los directores a los que se alude en Five Came Back, proezas del cine y de la historia.

 

Fuente: la nación