Después del retiro de Tim Duncan en 2016, otro de los viejitos de San Antonio ve como la puerta de salida de la carrera profesional se viene acercando. Sin embargo, a Manu Ginóbili todavía le quedan capítulos por escribir y, en diálogo con Basquetplus, confesó cuáles fueron los cambios que realizó en su día a día para seguir jugando a un alto nivel. A los 39 años, continuar en actividad dejó de ser un sueño para ser una realidad que está en sus manos, aunque con una función diferente a la que tiempo atrás.
-¿Tenés claro lo que va a hacer que te retires?
-Si hubiera un traspaso inesperado o viene Pop (Gregg Popovich, entrenador de los Spurs) el año que viene y me dice creo que no te necesito más, vamos a ir por otro lado, ayudaría muchísimo a mi decisión. Aunque si viene y me lo pide, si es un poco más permisivo conmigo a como era antes, tanto a nivel físico como mental, entonces yo la estoy pasando bien. Por momentos sí pienso en lo que me estoy perdiendo por seguir con este trajín, pero la verdad es que por ahora disfruto hacer lo que hago.
-¿En los últimos años estás más reflexivo?
-Es un poco una combinación de cosas. Primero, la edad. Después, que cuando empecé a notar que no era el mismo de antes ni tenía la misma responsabilidad dentro del equipo, y que ya, si mantenía el mismo nivel de competitividad, la iba a pasar muy mal. Si no cambiaba mentalmente, me tenía que retirar, sobre todo después de las finales del 2013, porque ahí la pasé mal, dándome cuenta que no era el mismo. Era bajar un cambio y empezar a disfrutar más el día a día, o me iba. Hice un click.
-Podría decirse que sos un león hervíboro...
-En cierto modo lo siento. Por momentos vuelve el león, porque una vez que estoy en el partido surge el desafío. Me viene natural y me gusta, porque quiero ganar y es natural, pero si pierdo... El año pasado perdimos en segunda ronda cuando tendría que haber sido así y a las 5 horas ya estaba en mi casa descansando y pensando en llevar a los nenes al otro día a la mañana a la escuela.
-¿Qué sentís cuando hacés cosas que otros no consiguen, con 39?
-Por ese lado no lo estoy mirando. En 2013, hablando con Tim (Duncan), nos pusimos a ver cuántos jugadores quedaban de nuestro año del draft. A Tim le quedaban 2 y a mí, 3. Después yo empecé Con la de los 20 más viejos de la NBA y era el 14º. Al año siguiente estaba 11º, al otro 5º y ahora soy el 2º. Entonces ahí empezás a decir, ¿qué hago? ¿Me comparo con los 2 o 3 mejores jugadores de la NBA o pienso en todos los que no llegaron y los que les gustaría estar en mi situación? No es normal que casi a los 40 esté jugando en un equipo como este, consistentemente todos los partidos, con momentos importantes donde me siento realmente útil. Me ayudó a estar más satisfecho con el día a día.
-¿Por qué decís que no querés ser entrenador?
-Me pregunto por qué debería ser entrenador y no veo una razón. Me gusta mucho el juego pero, como te dije antes, no es ya prioridad.