Daniela Mangini en 2013, con la certeza de que con su cabellera podía ayudar a otros, comenzó a donar su pelo y su trabajo de todos los días en el sector de Recursos Humanos en una fábrica, le sumó la coordinación de una red de ONG y asociaciones civiles que reciben donaciones de pelo por correo desde distintos puntos del país para confeccionar pelucas solidarias. ¿El objetivo? Ayudar a préstamo a pacientes oncológicos que, tras la quimioterapia, suelen perder el pelo.
“En 2012 busqué alguna fundación en Argentina que hiciera esta colaboración, y luego de un año me contacte con una Organización de San Juan. Allí me contaron que no solo regalaban pelucas a los pacientes sino que tambien se establecía un contacto y se brindaba asistencia psicológica. Me ofrecí para hacerlo yo y así comenzó esta idea de colaborar a traves de las redes sociales para llegar masivamente a la gente”.
Desde una página de Facebook que armó para difundir el tema contesta -con la ayuda de Lourdes Guiretti de Córdoba- unos cincuenta mensajes por día de mujeres interesadas en regalar su pelo pero que no saben bien cómo hacerlo. Al día de hoy, contó Daniela, que personas de distintos puntos del país se cortan el pelo y lo envían por correo. “Se fueron sumando otras organizaciones y hoy conformamos un grupo de siete ONG´s. Así, también conformamos una red de peluquerías solidarias que mandan el cabello de los clientes que quieren donarlo, a través de nuestra pagina en Facebook “Doná Cabello Argentina”.
El procedimiento para convertirse en donante es fácil: con el pelo bien seco, hay que atarlo en ambos extremos y cortar un mechón de no menos de 20 centímetros, aunque algunas asociaciones aceptan desde 15 centímetros. Después,se debe guardar en papelfilm o una bolsa ziplock. Puede estar teñido, decolorado y hasta alisado, pero en buen estado. El lema, que día a día llevan a la práctica este grupo de mujeres, es que "todo pelo sirve".