Fútbol - AFA

Viernes 17 de Febrero de 2017 - 15:09 hs

La historia del Chapecoense cordobés

Un equipo amateur juega con la camiseta del club de Brasil que sufrió la tragedia aérea. “No seremos profesionales, pero sentimos el fútbol de la misma manera”, aseguran. La historia de “La 20 F.C.”

Actualizado: Viernes 17 de Febrero de 2017 - 15:11 hs

Mundo La Voz

Quién te puede decir cuándo dejás de sentirte jugador de fútbol profesional. Por más que hayas jugado toda la vida en el barrio y, quizá, te animaste alguna vez a probar suerte en la Liga Cordobesa de Fútbol. Jugador de fútbol serás siempre.

Los tipos se cambian en un tablón largo de madera donde no entran más que cuatro o cinco ­jugadores. Porque, aclaramos, son jugadores. Es un torneo amateur en Córdoba. Pero ellos son jugadores.

Otros integrantes del equipo se sientan en el piso y empiezan a vendarse. La mayoría recién sale de trabajar. “Casi todos trabajamos en la obra, somos todos laburantes”, grita uno, mientras busca la camiseta en la mochila.

De fondo y bien alto suena Ulises Bueno desde los parlantes tozudos de un Renault 12, mientras en un predio ubicado en barrio Los Boulevares el fútbol se apodera totalmente de un sábado común y corriente de febrero, donde amaga con llover.

“Che, loco… Qué pedazo de camiseta que se hicieron”, dice uno de los jugadores de un equipo que recién termina de jugar y ya se está yendo.

Los integrantes del “Chapecoense cordobés”, así los llamaremos, se ríen y se siguen cambiando, con algo de orgullo y otro poco de timidez.

No lo hicieron para llamar la atención. Fue algo que se dio de forma natural. Pero acá están. Llevando los colores y el escudo de un equipo que se transformó en un símbolo mundial.
El 28 de noviembre de 2016, hace poco más de dos meses, la tragedia aérea de este humilde club de Brasil le puso la piel de gallina a todos los amantes del fútbol.

La repercusión fue impresionante y las noticias invadieron todos los medios por días y días.

De un total de 77 pasajeros, 71 fallecieron. Entre las víctimas fatales había 19 jugadores del club de la pequeña ciudad de Chapecó, en el estado de Santa Catarina en el sur de Brasil.
Desde entonces, sus nombres y su historia se metieron en la ­cabeza y el corazón de todos los futboleros.

Y acá, en Córdoba, un grupo de amigos que vienen jugando en el barrio desde niños, también se sintieron tocados e identificados con esta historia.

Y también, a su manera, quisieron homenajearlos. Porque homenajes no son solamente los que salen en la televisión.

Por eso, cada sábado este equipo llamado “La 20 F.C.” decidió salir a defender la camiseta y el escudo del Chapecoense con cada uno de sus integrantes.

Así lo cuentan, con orgullo, los 16 jugadores de este equipo de amigos y laburantes integrado por Jonathan Cabrera, Franco Vázquez, Ezequiel Batistelli, Gabriel Araya, Alexis Bonafidi, Guiliano Zuliani, Jonathan Arroyo, Alexis Bonfil, Claudio Altamirano, Alexis Nunsevich, Brian Pedraza, Gastón Betancur, Leo Luna, Ariel Rufaza, Sergio Rosso y Jonathan Cortez.
Ellos se entrenan tres veces por semana y se toman muy en serio este campeonato de fútbol 9 que se juega en un predio ubicado en la calle Rivadavia.

“La idea fue tomando forma y desde un primer momento todos nos pusimos de acuerdo muy rápido. A cualquiera que juegue al fútbol y le guste, lo que les pasó a estos chicos del Chapecoense le pega duro. A nosotros nos pasó y lo hablamos, como una forma de homenaje. Pensamos que muchos iban a hacer lo mismo y que en los partidos nos íbamos a cruzar con otros equipos con la misma indumentaria. Pero al menos en este campeonato somos los únicos. Los rivales nos felicitan y nos elogian la idea”, cuenta Gabriel Araya, delantero del equipo, de 21 años y quien trabaja en una mueblería.

Gabriel se da vuelta y muestra la frase que eligieron para la llevar sobre el número, en la espalda de la camiseta del Chapecoense: “Héroes en la tierra, campeones en el cielo”.
La mayoría de estos chicos jugaron siempre en el barrio. Otros se animaron a más, como Franco Vázquez, capitán del “Chape cordobés” y jugador de Huracán de barrio La France, en la LCF.

“El tema de la camiseta sale porque teníamos la necesidad de tener un juego propio, porque antes jugábamos con camisetas prestadas. Estábamos a punto de hacernos todo el equipo con la del Manchester City. Y justo pasó lo del Chapecoense. Jonathan ­Arroyo tuvo la idea y nos prendimos todos. Elegimos la frase y le dimos para adelante. Es un orgullo llevar este escudo”, dice Vázquez, que tiene en su cinta de capitán blanca el escudo del equipo brasileño.

“Cuando entramos a la cancha la primera vez que la usamos nos miraban todos y nos preguntaban dónde las habíamos hecho, porque realmente están muy buenas. Decidimos hacer este homenaje porque somos todos futboleros de corazón”, agrega Franco.

A él se suma Claudio Altamirano, otro integrante del equipo, de 29 años y empleado de una metalúrgica. “Nos llegó lo del Chapecoense y creo que esta es una linda forma de hacerles un homenaje a ellos. Nosotros no seremos futbolistas profesionales, pero sentimos el fútbol de la misma manera”, cuenta.

Por los colores y la pasión

El “Chapecoense cordobés” compite en el torneo “Fútbol 9 Los Boulevares”, en la categoría libre.

A este torneo lo conforman 18 equipos, en un certamen que busca que no haya violencia y sí mucho respeto. Se disputa todo el año, los días sábado, con árbitros, alcanza pelotas y un control estricto para que se disfrute del fútbol sin problemas.

Claudio Peralta, coordinador del torneo, contó que recibieron con agrado la idea de que este equipo representara al Chapecoense. “Fue muy llamativo y nos pareció una linda iniciativa de los chicos. Realmente acá en Córdoba no habíamos visto a un equipo que llevara la camiseta de este club que sufrió esta tremenda tragedia. Es un buen homenaje. Los felicitamos. Es una buena manera de recordarlos”, dice.

Ya no hay tiempo de palabras. El árbitro pita y el “Chape cordobés” sale a escena. El resultado quedará como un dato absolutamente menor. El fútbol siempre se va a sentir igual. Acá o en Chapecó.

Y cuando rueda la pelota, las tristezas duelen menos.

Fuente: Mundo La Voz