“Hay mucha preocupación en distintos sectores sobre a dónde va a conducir esta mecánica impuesta por el presidente Trump”, comenzó Roberto Rock, periodista azteca.
La incertidumbre es sobre qué hacer, a nivel de gobierno y de sociedad, “frente a un fenómeno que nadie sabe cuáles son las reglas del juego”.
Rock comentó que la vinculación entre México y Estados Unidos implica muchos aspectos, y a millones de ciudadanos. “La integración entre ambos países es tan intensa que ponerla en tela de duda genera una expectativa de daño sistémico”.
El especialista reconoció que siempre fue “una relación muy desequilibrada, como puede tenerla cualquiera que esté durmiendo junto a un elefante. Se puede ser amable pero siempre puede haber angustia cuando se mueve un poco”.
Pero igualmente, consideró que “está ganando espacio” la posición de no tolerar más humillaciones y “entrar en un punto de enfriamiento”. “Si el gobierno de Trump no quiere relaciones con México, entonces nosotros tampoco debemos querer esa relación”.
Inclusive, ya se están buscando alternativas al Tratado de Libre Comercio, como por ejemplo “establecer convenios bilaterales y fortalecer la diversidad con el resto del mundo”, aunque se sabe que “tomaría años”. “Estaríamos experimentando una transformación muy importante”.
Rock opinó además que si bien la mitad de la frontera ya tiene algún tipo de división, el muro que pretende construir el presidente estadounidense con México “tiene un aspecto psicológico muy importante” porque “viene a romper un proceso de integración de toda naturaleza”.
Asimismo, aseveró que Trump vino a transformar las relaciones internacionales con el mundo entero, y anticipó que el próximo país en su mira será China. En todo caso, sostuvo, con México estamos “ante una prueba piloto”.