Tras la detención de Ignacio “Ojito” Actis Caporale en el autódromo de Buenos Aires, el jefe de Inteligencia de Drogas de la Zona Sur, Alejandro Druetta, describió el perfil del delincuente.
Druetta comentó que hace 10 años, él mismo lo arrestó en la plaza Pringles de Rosario, donde le vendía éxtasis y LSD a chicos de clase alta.
“Le gustaba ser el centro de la atención, es una persona muy egocéntrica que le gusta hacerse ver y que las chicas le anden atrás en los boliches”, aunque no era fácil detenerlo “porque es muy astuto”.
“No forma parte de la media del narco que uno está acostumbrado, es inteligente y estudiado. Es un chico de clase bien que no tiene aspecto de delincuente en absoluto”, completó.
Sucede que con el tiempo, Ojito “pasó a ser una persona peligrosa; antes no era un narco, era un chico que se había dedicado a vender droga. Pero con el paso de los años se vinculó con gente más pesada en Buenos Aires y se tornó peligroso, ya andaba armado, escapaba a los tiros. No sólo se dedicaba a la venta a chicos sino a la venta de cocaína en cantidades”.
Como fuere, Druetta negó que Actis Caporale sea “uno de los narcos más pesados”, aunque sí dijo que es “uno de los más buscados”. No obstante, celebró su detención como “un logro” que no debe minimizarse.