Algunos runners prefieren escuchar los ruidos del exterior mientras realizan la actividad física, mientras otros eligen ponerse los auriculares y correr al ritmo de sus canciones favoritas.
La música no solo distrae o entretiene, sino que también tiene una innegable capacidad para estimular, animar y potenciar. Por eso, en las competiciones oficiales de velocidad, medio fondo y fondo, está prohibida su utilización.
Muchos de los atletas de élite escuchan música en los instantes previos a participar en una competición. Les sirve para aislarse, concentrarse y pensar en lo que vendrá.
Pero, ¿es recomendable correr con música? A continuación, las distintas versiones:
A favor
• Actúa como barrera contra la monotonía durante un recorrido largo.
• Estimula en momentos de escasas ganas de correr para evitar el abandono
• Puede ayudar a conectar con el entrenamiento específico.
• Permite incrementar la intensidad del ejercicio que se está realizando.
• Otorga sensación de compañía.
• Utilizar música durante el calentamiento previo a una competencia genera un significativo aumento en el rendimiento deportivo.
En contra
• Puede desconcentrar.
• Puede afectar la percepción de la velocidad a la que se corre.
• Genera dependencia.
• Distrae de los peligros de la calle: vehículos, bicicletas y transeúntes.
• Según el volumen, aísla del mundo exterior o impide conversar si se sale en grupo.