Nadie está dispuesto a resignar sus vacaciones por más intrincado que se presente el panorama, y en esa decisión es que se van dejando de lado costumbres y se ensayan estrategias, nuevas formas de encarar el descanso de temporada y que verano a verano van consolidándose. El próximo no estará exceptuado de la tendencia y el turista, que por ahora se muestra “muy interesado pero no termina de concretar la reserva”, calculadora en mano, pactará alquileres por día, pedirá financiación y hasta compartirá carpa.
Vacaciones orientadas hacia donde el gasto duela menos. El resultado: tanque lleno, departamento por cuatro días, almuerzo playero y cena puertas adentro. “Corridas rápidas y económicas”, sintetizó el presidente de la cámara inmobiliaria local.
“Hay que ser abierto y entender que cuando el momento económico no es el mejor, uno también debe adaptarse”, explicó a este diario el concesionario de un balneario del norte, Perla Norte, que este año permitirá que entre dos familias compartan el espacio de carpa. Mar del Plata es una de las pocas grandes ciudades del mundo donde la sombra se alquila. Pueden diferenciarse en cada balneario, por su amplitud, pero en general las carpas cuentan con una mesa, cinco sillas y una reposera. “Pero si son ocho, nueve, diez personas, nunca están todas juntas allí y no hay inconveniente. Lo que hay que saber es que ni bien la situación económica mejora, las mismas familias se separan y cada una alquila su espacio. Compartirlo es un esfuerzo que hacen para no resignar vacaciones”, dijo Jorge Riccilo. “La gente se adapta, por eso va a funcionar la temporada, muchos se sorprenderán”, augura.
No pasa en el rubro inmobiliario. Por cuestiones legales y de seguridad no es posible alquilar los departamentos para un número mayor de inquilinos que el indicado. Los veraneantes han establecido una tendencia que los operadores turísticos entienden que se repetirá este verano: las vacaciones por periodos cortos. “Llegan el jueves, el domingo se van”, explicó a este diario el agente inmobiliario que tiene la mayor cartera de inmuebles de temporada en alquiler. “No quiere decir que no haya quienes vengan por estadias más prolongadas, pero la mayoría va a moverse cómo lo hizo en los últimos años. Recibimos muchas consultas por días”.
Por eso, como en el litoral de Brasil, aquí también las propiedades comienzan a alquilarse así. Cualquier sitio web de alquileres en el gigante vecino expresa sus tarifas por la “diaria”, un día de alquiler. Igual que Mar del Plata, adaptándose a la modalidad, es claro que a mayor cantidad de días de alojamiento se pueden obtener descuentos. Por ejemplo, el sitio web de Gonnet Propiedades ofrece un 2 ambientes para cuatro personas a $ 1200 por día, en enero; la quincena cuesta $ 12.000.
El precio promedio diario será 100 dólares. “Pero hay más baratos, dijo Oscar Gonnet a este diario, departamentos desde 1200 pesos. Con mejor ubicación, menos años y mejor equipados, se van uno poco más arriba”, contó.
“La gente viene periodos breves. Lo que tiene que tener en cuenta el propietario del departamento es que es mejor alquilarlo de este modo que tenerlo vacío”, dijo Miguel Donsini, con oficina en el bosque Peralta Ramos, muy buscado en temporada.
Los operadores del turismo coinciden en que el público que elige Mar del Plata para descansar ya no es el del segmento con más recursos sino el de sectores medios. En la ciudad quedan muy pocos hoteles de una estrella, ese lugar que fue reemplazado por el alquiler de departamentos por el fin de semana.