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Martes 31 de Mayo de 2016 - 16:00 hs

15 problemas que sólo las personas hipocondríacas van a comprender

Las personas que padecen este problema sufren en su vida diaria varios de los que detallamos a continuación

1. Acudís a Google en cuanto notás algo ligeramente fuera de lo normal sucediendo en tu cuerpo, incluso cuando sean cosas que ya las sufrís hace años, como dolores menstruales.

2. Dudás que el diploma que cuelga en el despacho de tu médico sea de verdad cuando ignora el diagnóstico que ya te habías hecho vos misma y te comunica que estás en perfecto estado de salud.

3. Nunca estás del todo segura de si solo tenés sueño o de si estás mostrando síntomas del síndrome de fatiga crónica. La línea que los separa es demasiado fina.

4. Ese momento de puro pánico cuando te das cuenta de que se te olvidó meter el paracetamol en el bolso, lo que te lleva a cancelar toda tu vida social hasta lo puedas conseguir.

5. Sobrellevar una resaca es una pesadilla para vos y todos lo que se encuentren a tu alrededor.

6. No podés concebir que alguien se meta en su boca un pedazo de comida que previamente se les cayó al suelo.

7. Tu parque de diversiones ideal sería un pase al escáner del TAC.

8. Sufrís ataques de pánico de una manera ridículamente regular.

9. Tuviste, por lo menos, unas 50 experiencias cercanas a la muerte.

10. Cuando alguien del trabajo está enfermo y viene a la oficina porque se cree que así está siendo un héroe, para vos es lo peor.

11. Estar constipada te debilita y convierte en una bola de depresión, enfado y mocos. Y ni hablar de la ansiedad cuando sentís que lo que tenés es algo mucho más serio que un resfriado común.

12. Cualquier cambio repentino de temperatura corporal te hace temer lo peor.

13. Tu mente tiene su propio traductor de síntomas. No es un dolor de cabeza, es el comienzo de una serie de migrañas crónicas. No son gases, es apendicitis. No me duele la espalda por llevar todo el día sentada, es un fallo de riñón.

14. Perdiste la cuenta de los frascos de desinfectante para manos que tenés en tu casa, en el bolso y en la oficina.

15. Ya escribiste tu testamento varias veces, sabés que sólo es cuestión de tiempo.

Fuente: nexofin