Cuando una super estrella musical está de gira en algún lugar del mundo, miles de fans lo esperan en todos lados: el aeropuerto, el hotel o el lugar del concierto. Por horas esperan sin dormir ni comer para ver en vivo a su ídolo y cuando por fin aparece, la euforia es tanta que no pueden dejar de gritar y saltar y gritar de nuevo hasta casi desmayarse. Pero para este bebé y su perro, ni siquiera ver a Michael Jackson, Lady Gaga o The Beatles se compara con la emoción de ver a papá llegar a casa.
Son tantas las ansias y tan imposible controlarlas, que no les queda más que idear esteperfectamente coordinado baile para botar energía y demostrar su alegría.