Luego de cenar, el sábado por la noche, Oscar salió de su casa para guardar el auto en la cochera.
Al subir al coche, que estaba estacionado en calle San Lorenzo al 1.500, notó que el interior estaba destrozado. Habían sacado el estéreo, los parlantes y el GPS.
“El auto estaba pelado”, contó Oscar, “se habían llevado hasta la rueda de auxilio, y también intentaron robarse las cubiertas pero se ve que no pudieron sacarlas”.
En ese momento, decide dirigirse hacia la seccional 2ª, ubicada en General López y Saavedra. “Llego hasta ahí y me encuentro con que no había nadie, golpeo la oficina de guardia y veo que el oficial a cargo estaba durmiendo”, relató.
Cuando el agente se despertó, tal como mencionó Oscar, quiso radicar la denuncia.
“Venite el lunes, me dijo. Venite el lunes porque ahora no podemos hacer nada. Y la verdad que te indigna, hasta las 12 de la noche a veces andan los patrulleros pero después de esa hora por acá no pasa nadie”, remarcó el vecino.