El vicepresidente de la Empresa Provincial de la Energía, Fabián Bastia, manifestó su inquietud por la situación del millón 280 mil clientes de la prestataria, luego de que el gobierno federal quitara los subsidios a la generación de electricidad, lo cual impactó directa y brutalmente en las tarifas. El funcionario santafesino dijo que hubiera “preferido que la reprogramación sea progresiva y escalonada”.
Sin embargo, aseguró que con respecto a las distribuidoras de Córdoba, Entre Ríos y el norte del territorio bonaerense, la EPE cobra el servicio más barato “a todo tipo de clientes” (residenciales y comerciales).
Bastia explicó que la factura de la empresa está compuesta por tres grandes rubros: costo de la energía, valor agregado de distribución (VAD) e impuestos. En el primer caso, todas las prestatarias del país abonan lo mismo. En el segundo caso, influye ampliamente la densidad poblacional. Como ejemplo, indicó que nuestra provincia tiene 11 usuarios por kilómetro cuadrado, mientras que Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene 600.
Por otra parte, recordó que “en 2013 se firmó un convenio de convergencia por el cual (el gobierno nacional) iba a mandar mil millones de pesos en inversiones” a cambio de que “no se tocara el VAD”. Pero sólo envió 100 millones.
“Pese a todos los avatares y contratiempos, el impacto sobre la boleta ha sido muy eficiente”, opinó, y también se quejó: “(el ministro de Energía de la Nación) Aranguren quitó los subsidios, le transfiere el costo a 20 o 30 distribuidoras del país y nosotros ponemos la cara con un millón 280 mil usuarios”.
Finalmente, anticipó que Santa Fe tendrá “350 mil usuarios atendidos con tarifas especiales”, ya que se agregará una tarifa social a la ya existente y se mantendrá la de jubilados.