El verano hace que la piel sufra cambios. El sol, la playa, la montaña, el viento, el agua de las piletas conspiran contra su belleza y salud. Una excelente idea es procurarle la mejor rutina de cuidados para compensarla. Será importante mejorar el engrosamiento, resolver la disminución de la hidratación y restituirle el brillo y la elasticidad.
A continuación, once tips para que luzca impecable después de las vacaciones:
1 - Usar productos de limpieza que contengan activos hidratantes. Que sean suaves, sin detergentes ni fragancias.
2 - Las cremas que se utilicen durante el día deben cumplir con la función de “barrera”, para evitar la pérdida transdérmica de agua. Lo mejor es confiar en la sugerencia del especialista e ir monitoreando para evaluar la respuesta de la piel. Algunas de las sustancias humectantes por excelencia son el ácido hialurónico, el aloe vera y la urea.
3 - Durante la noche usar cremas tratantes. Hidratantes, sueros o lociones que contengan antioxidantes. Por la noche es cuando mejor actúan los principios activos.
4 - Realizar peelings. Contribuyen a obtener una rápida mejoría en la humectación y textura de la piel, ya que remueven células muertas. Se pueden realizar tanto en invierno como en verano, siempre indicados por el médico. En el verano deben ser más superficiales; se reservarán para el invierno los fuertes. Comenzar con ácidos glicólico, mandélico, y en algunas circunstancias ácido cítrico o málico. Los peelings medios se hacen en ocasiones combinando alfahidroxiácidos con betahidroxiácidos. Este tratamiento se pueden realizar tanto en el hogar como en el consultorio médico.
5 - Usar mascarillas. Son aconsejadas una vez por semana para restaurar la piel. Se utilizan las humectantes y las nutritivas. Las humectantes retienen la humedad. Están formuladas con sustancias capaces de retener el agua. Las nutritivas están diseñadas con sustancias grasas que favorecen la retención de la humedad, son antioxidantes y aportan luz y confort. Por lo general contienen distintas vitaminas.
6 - Utilizar protector solar. Todos los días, aunque no haya exposición directa al sol. El factor de protección solar (FPS) debe ser, como mínimo, de 30. En la cara, manos, escote y cuello aplicar FPS 50.
7 - Usar maquillajes siliconados. Contribuyen a generar una barrera entre la piel y el medio ambiente, evitando la pérdida de agua.
8 - No realizar duchas demasiado calientes. Resecan la piel. También están desaconsejadas en personas que presentan enrojecimientos o rosácea. Emplear jabón blanco cremoso con PH neutro, puede ser líquido o en barra.
9 - En caso de pieles congestivas, utilizar cremas con manzanilla, caléndula, aloe vera, té verde, avena y hamamelis para calmar.
10 - Tomar mucha agua, por lo menos 2 litros diarios.
11 - Usar autobronceante después de las vacaciones. Ayudará a prolongar y acentuar la duración del tono bronceado. No olvidarse de afinar la piel con pulidora e hidratar la piel antes de aplicarlo.