El dramático relato de una víctima del robo en la autopista
Una de las mujeres que venía a bordo del automóvil que fue asaltado, contó lo sucedido a través del aire de LT10.
La autopista Rosario-Santa Fe se volvió un sector inseguro para automovilistas que ingresan o salen de la ciudad. Este domingo por la tarde, al menos dos automóviles fueron blancos elegidos por los asaltantes. Al hecho del 18 de mayo en el que una joven se detuvo en la banquina por pinchar una rueda y le robaron hasta las zapatillas que llevaba puestas, ahora se le sumaron dos robos simultáneos con la misma modalidad ocurridos el domingo por la noche.
Dos familias fueron víctimas de la inseguridad en el km 145 a la altura del barrio Las Vegas, de la vecina ciudad de Santo Tomé. Héctor Bress, dueño de uno de los automóviles expresó a través del móvil de LT10 que volvía ayer por la tarde de pasar el día en la localidad de Sauce Viejo y, ya en la autopista, sintió un fuerte golpe en el vehículo que lo hizo detener la marcha. Mientras chequeaba que su auto estuviera bien para seguir, notó que un hombre armado asaltaba a una familia que se había detenido detrás de ellos por el mismo piedrazo. Corrió junto a su mujer para escapar de la situación y llamó al 911 para auxiliar a los integrantes del otro vehículo.
En diálogo con Todo Pasa, María Laura Acosta, que viajaba en el auto que fue brutalmente asaltado, brindó detalles del dramático momento: "Nosotros estabamos en Sauce Viejo festejando un cumpleaños, a la vuelta -19.30 horas- ya era oscuro y mis tíos nos dicen que me traían de vuelta a Santa Fe con mi nene de 8 años", relató.
"Veníamos bien, pagamos el peaje, vamos por autopista... mas o menos en la entrada a Santo Tomé sentimos un golpe fuertísimo en el auto abajo, como que pasamos algo por arriba", indicó la mujer sobre este objeto que "parecía como una gran piedra".
El conductor se tiró para la banquina y observaron adelante otro auto con una pareja que también había detenido el auto y habían puesto la baliza. "Nos bajamos para ver si el auto estaba en condiciones de seguir, verificamos y decidimos ayudar a la familia de adelante; nos preocupaba que ellos quedaran en la nada".
En ese momento, el nene de 8 años se bajó del auto, y María Laura decidió volver a subir con él debido a los peligros que conlleva estar parados en la ruta: "En ese momento mi nene me dice 'Mamá, ahí viene alguien corriendo'".
Cuando Laura se dio cuenta, ya era tarde: el delincuente forcejeaba con su tía y le exigía que suelte el celular. Como la mujer se negó, el ladrón empezó a golpearla contra el auto. Ante esa situación, Laura abrió la puerta del vehículo y logró que su tía se metiera en la parte trasera junto con ella y su hijo., y trabaron las puertas.
Al no poder abrir, el delincuente fue directamente a atacar al tío de Laura que se encontraba del otro lado del auto. "Empezaron a forcejear nuevamente y mi tío trataba de tranquilizarlo, le ofreció plata, el tipo estaba sacado. Corrió hasta los pastizales y gritó "vengan, vengan", en ese momento vi más personas asomándose... ahí pensé que nos mataban a todos", contó la mujer.
Los otros ladrones empezaron a salir de los pastizales y correr hacia el auto, mientras el primero de ellos seguía luchando con el tío de Laura. "Mi nene había quedado sentado del lado de la ruta; uno de los hombres se envuelve la mano algo y empieza a querer romper el vidrio... tomo un camperón, le envuelvo la cabeza y el torso al nene y lo tiro abajo del asiento", contó, al mismo tiempo que manifestó angustiada: "Pensé que lo mataban a él".
"Esta persona sacada le decía 'matalos, matalos, tirales', y como el compañero no tiraba, se enoja el delincuente y se va para quitarle el arma y dispararnos él", manifestó Laura que en ese momento tuvo el reflejo de aprovechar que el ladrón retrocedió un metro para abrirle la puerta del auto su tío que se tiró de cabeza y arrancó a toda velocidad para escapar del lugar.
Mientras la familia huía por la autopista, vio que el otro matrimonio no estaba en el auto. "Yo pensaba que ellos no podían escapar porque el auto de ellos no funcionaba", narró Laura. "Cuando vamos pasando el puente, los vemos y el muchacho hacía señas desesperados con el celular y pero ningún auto paraba. Ahí llamamos la policía y pedimos por favor un móvil que los ayude a ellos".
"En todo el camino nunca cruzamos un patrullero, veníamos desesperados", contó.
Si bien los integrantes de la familia están físicamente bien, Laura reveló cómo fueron los momentos posteriores al violento hecho: tanto ella como su hijo rompieron en llanto."A ellos no les importaba, nos querían matar... era una situación en la que todo el tiempo sabíamos que íbamos a morir"
"Si nos quedábamos y y le permitíamos que agarre el arma nos mataba a todos", reflexionó Laura que en ese momento pensó que si el delincuente entraba en el auto y arrancaba, su reacción iba a ser arrojar a su hijo del auto: "se iba a quebrar pero iba a quedar vivo".
"Fue una película de terror", concluyó la mujer.
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